NUEVO LAREDO.- Reyna Estrada Martínez de 62 años es una sobreviviente del cáncer de mama, quien dio su testimonio de lucha contra este mal por más de un año, pues es la principal causa de muerte en la mujer.
Desde hace tiempo, Reyna forma parte de la Asociación Lazo Rosa de Nuevo Laredo, donde las mujeres asociadas ayudan a quienes están pasando por este proceso tan doloroso física y mentalmente, pues allí encuentran el apoyo que necesitan durante el proceso de sanación y tratamiento.
En entrevista, Reyna platicó que fue en mayo de 2016, cuando en un chequeo de rutina la noticia no fue la que siempre había recibido, pues le detectaron un pequeño puntito mediante una mastografía y dijo que en la revisión de tacto no se detectó, todo ello en atenciones en el Hospital General de Nuevo Laredo.
“Luego de la detección acudí con el médico y busqué el apoyo necesario, aunque nunca pensé en la muerte, porque un chequeo anterior no me habían detectado nada, así que esto era nuevo y sabía que podría salir adelante de esto, todo con fe en Dios, y fue cuando platiqué a mi esposo, quien en todo momento me apoyó”, dijo la sobreviviente.
Sus hijos no lo podían creer, y el apoyo fue siempre cercano a ella, pues debían cuidar a su madre, para que todo en cuanto a su salud fuera mejorando y así fue, desde que inició sus estudios con los médicos locales quienes la canalizaron hasta la ciudad de Monterrey Nuevo León.
Dijo que en el Hospital Universitario fue donde le extirparon el tumor, le hicieron la mastectomía y desde entonces comenzó a mostrar una mejoría, aunque señala que al verse al espejo puede notar la diferencia, pero esto no es ningún impedimento para seguir viva y llena de alegría, pues sigue disfrutando con su familia.
“Un pecho no es una extremidad tan vital, una mujer puede vivir sin uno o sin ninguno, porque lo más importante es vivir, estar aquí para disfrutar de la vida tan hermosa que tenemos; yo desde septiembre pasado que terminé mi tratamiento de idas a los hospitales, y seguiré adelante”, narró.
Invitó a las mujeres a realizarse estudios después de los 40 años como ella, pues sus antecedentes fueron una tía y hermana que murieron a consecuencia del cáncer de mama, y debido a ello la frecuencia de revisión médica fue constante, a tal grado que la tenacidad le salvó la vida.
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