CD. VICTORIA.- La Iglesia Católica ha entrado en el debate sobre el contenido de los libros de texto gratuito que la SEP distribuirá a los alumnos de preescolar, primaria y secundaria. A través de la Diócesis de Ciudad Victoria, consideran necesario revisar el Sistema Educativo Nacional, pero no cambiarlo a último momento al final del sexenio.
“Consideramos necesario revisar el Sistema Educativo Nacional en su conjunto, frente a los desafíos que enfrentamos”.
Se pide a los actores reales de la educación “serenidad y apertura” para llegar a acuerdos en esta materia.
“No cabe la polarización, la división y la improvisación”, recomienda la Iglesia en un documento de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
Reconocen el esfuerzo de la sociedad civil y de los académicos en su preocupación por la expedición de los libros de texto, situación que tendrá que resolver el Poder Judicial.
“Los libros de texto no son más que auxiliares de la educación; los materiales nunca sustituyen ni determinan lo que se construye en el proceso educativo”.
“Frente a la confusión y el desconcierto, es necesaria la prudencia, la corresponsabilidad y el diálogo constructivo.
Concentrarse en el bien posible que se puede hacer, con los recursos disponibles, debe ser la constante en la actualidad”, se recomienda.
Aunque el mensaje va dirigido directamente a la comunidad educativa en cuatro puntos, la Iglesia ve los desafíos de la educación como el abandono escolar, las dificultades para regularizar los ciclos y los aprendizajes, el cuidado de las condiciones socioemocionales, principalmente pero no exclusivamente de los estudiantes.
Además del impulso a la cultura de paz y a la calidad educativa, el uso correcto de las nuevas tecnologías y la atención prioritaria a la primera infancia, se menciona el analfabetismo en adultos y la reactivación de un sistema de información y evaluación educativa.
Opiniones encontrados de docentes sobre el libro
El debate generado a nivel nacional por los contenidos de los libros de texto para los programas de la Nueva Escuela Mexicana se ha politizado, polarizando la opinión de padres de familia y docentes.
El maestro Marino Herrera considera que los libros serán utilizados como un trampolín político. “Lejos de ser un material útil para los docentes, son un adoctrinamiento que sigue culpando a los gobiernos pasados de los errores que enfrenta el país en la actualidad”.
Dentro del análisis del libro titulado “Un libro sin recetas para la maestra y el maestro” de nivel secundaria, se explica que este es el único texto base para los maestros de segundo grado de secundaria. Consta de 200 páginas y más del 50% del contenido está dedicado a los gobiernos pasados.
Se muestra claramente un sesgo político en apoyo a un movimiento de izquierda que busca mantener el gobierno federal en las próximas elecciones, ya que “los libros presentan un claro adoctrinamiento hacia esa ideología”.
En el texto mencionado se realizan acusaciones de neoliberalismo, se cuestiona el caso de los 43 normalistas desaparecidos, se critican reformas educativas anteriores y se incorpora escritura inclusiva, como el uso del término “todes” en los materiales educativos.
“Los nuevos recursos tienen poco contenido para que los docentes puedan abordar los temas del próximo plan de estudios, debido a la falta de comprensión clara sobre lo que se busca con la Nueva Escuela Mexicana”.
El libro contempla cuatro campos formativos: Lenguajes, Saberes y pensamientos científicos, De lo humano y lo comunitario, y el campo de ética, naturaleza y sociedades.
Además, establece siete ejes articuladores: inclusión, pensamiento crítico, interculturalidad crítica, igualdad de género, vida saludable, apropiación de las culturas a través de la lectura y la escritura, y el eje de artes y experiencias estéticas.
Por su parte, la maestra y exdiputada Erika Crespo Castillo, en su red social de Facebook, expresa: “Todo este debate que se está generando por los libros de texto debe ser abordado con precaución. Lo único que puede generar es una serie de discrepancias entre padres y madres de familia y entre los docentes”.
Erika explica que hubo una amplia difusión de las convocatorias para participar en el diseño de la nueva familia de libros de texto, lo cual generó gran interés y participación por parte de muchas maestras y maestros en su construcción.
Además, señala que se llevaron a cabo diversos foros, encuentros y mesas de análisis en los cuales se convocó a toda la sociedad.
“Y justo ahora, cuando estamos a punto de comenzar su implementación, surge un debate que solo busca polarizar sin considerar las consecuencias. Tal vez eso sea lo que se pretende, generar malestar social previo a la coyuntura de la elección presidencial, porque al menos no veo propuestas en ningún lado”.
Como docente, Erika recomienda que cada persona se informe, revise los libros y consulte sobre su pertinencia pedagógica y didáctica.
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