NUEVO LAREDO.- Con las lluvias intensas de septiembre, la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa) contabilizó un total de 300 tapas de alcantarillas que fueron sustraídas. En promedio por mes, son 30, las que desaparecen de su lugar.
Rodolfo González, gerente general de Comapa dijo que han intentado que la ciudadanía se quite esa cultura de abrir las alcantarillas cuando llueve, porque se cree que el agua se irá más rápido, cuando esto no tiene fundamento. Al quedar abiertas, es más fácil que se les puedan llevar.
El contador público exhortó a la ciudadanía a que no se lleven las tapas de las alcantarillas, ya que antes se podían vender en el fierro viejo, pero ahora no.
SUMINISTRO AL SUR
Por otra parte, Rodolfo González dijo que se trabajó el sábado desde las 6:00 de la mañana hasta las 11:00 de la mañana en la colocación de una bomba en la Planta Sur-Oriente, por lo que el servicio hacia el sur de la ciudad está de manera normal, luego de presentar una ligera baja en los días pasados.
Finalmente comentó que se mantienen en 32 millones de pesos mensuales, debido a la recaudación por el servicio.
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