NUEVO LAREDO.- Ser socorrista representa una gran responsabilidad, pues deben auxiliar en una emergencia a quien más lo necesite, a veces a costa de arriesgar la vida propia. La mayoría deben dejar de lado los festejos familiares como Navidad y Año Nuevo.

Alan Ávalos, operador de ambulancia y Marcos Bautista, coordinador de prevención, platicaron que cuando están en guardia a veces no hay descanso, aunque al iniciar turno siempre van con la esperanza que no haya nada, pues su trabajo significan que hay accidentes.

En su mayoría, relatan, los accidentes son relacionados con bebidas alcohólicas, más cuando los automovilistas no respetan las medidas preventivas y recomendaciones de evitar conducir cuando están bajo los influjos del alcohol.

Esto se acentúa en diciembre, cuando hay posadas y festejos navideños, por ello, aunque sean días festivos, la corporación no se queda sin personal de socorro, las unidades deben estar funcionando al cien por ciento, para responder ante cualquier emergencia.

En estas fechas de Navidad y Año Nuevo, se quedarán a laborar al menos 18 técnicos en urgencias médicas, además del personal voluntario en tres turnos de ocho horas cada uno, siempre con la esperanza que sea un turno tranquilo.

Mientras no haya nada, van y abrazan a la familia si pueden, para después seguir al pendiente hasta que sale alguna emergencia, por ello las recomendaciones que lanzan a la ciudadanía es guardar precaución, no tomar bebidas alcohólicas y conducir un vehículo automotor, para prevenir accidentes y que todos lleguen con bien a casa.

Además de evitar sobrecargar o dejar el cableado eléctrico que alimenta los pinos navideños, y cuidar a los hijos si juegan con pirotecnia, ya que esto también acentúa los percances con menores de edad, por lo que deben estar vigilados por un adulto.