HIDALGO.- La encargada del albergue migrante “El Buen Samaritano”, en Atitalaquia, Hidalgo, Luisa Silverio, señaló que en los últimos meses han tenido un hostigamiento de algunas dependencias como Migración y Guardia Nacional que han incrementado su presencia en la cercanía del albergue, lo que se ha traducido en una disminución del flujo de ciudadanos extranjeros a este lugar.
Señaló que el tránsito de los migrantes se ha complicado por lo que se tendrán que analizar los cambios en este fenómeno.
Por su parte, Minerva Ibarra, quien de manera provisional en estos días se ha quedado al frente de este albergue, indicó que en esta temporada se atendían entre 100 y 150 personas diariamente; sin embargo, a raíz de las amenazas de los Estados Unidos sobre el cierre de las fronteras a la migración, México ha endurecido su política migratoria.
De acuerdo con las encargadas, actualmente se atienden únicamente entre 30 y 50 personas al día, quienes llegan, descansan, reciben un poco de comida y continúan su viaje.
“Llegan, descansan unas horas y se van. Muchos tienen miedo a los operativos de Migración y la Guardia Nacional, especialmente después de reportes de detenciones cerca de los albergues”, comentó.
Indicó que, si bien no han recibido de manera directa amenazas o intimidaciones por parte de las autoridades, en ocasiones han llegado funcionarios a señalarles que, si hay ciudadanos que deseen regresar de manera voluntaria a sus países, pueden ofrecerles apoyo en el proceso.
Precisó que, a diferencia del año pasado, en que el flujo mayoritario era de venezolanos, ahora son hondureños quienes tienen mayor presencia en el albergue. También han llegado guatemaltecos, salvadoreños y nicaragüenses.
Ibarra destacó que la mayoría de los extranjeros viajan en familia, incluso con niños pequeños. Además, alertó que ahora el sueño de muchos migrantes ya no es llegar a Estados Unidos, sino quedarse en México. Según han señalado, no es viable regresar a sus países de origen debido a amenazas, deudas o situaciones de violencia que les imposibilitan el retorno.
Minerva Ibarra señaló que, aunque Hidalgo no suele ser un destino final, algunos migrantes han optado por quedarse de manera temporal con el objetivo de llegar posteriormente a ciudades como Monterrey y Tijuana.
Sin embargo, también comienza a permear la idea de tener a Hidalgo como destino definitivo.
Consideró que esto representa un reto para las autoridades, debido a que el estado carece de empleos y recursos suficientes. Advirtió que, de no atenderse esta problemática de manera coordinada y estructurada, el impacto será fuerte, especialmente si se combina con el retorno de migrantes mexicanos, como lo han señalado las autoridades norteamericanas.
Aseguró que no hay cambios en las medidas de trabajo de los albergues; sin embargo, la encargada general, Luisa Silverio, analiza la posibilidad de implementar cambios en los protocolos.
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