CUERNAVACA.- La Confederación Internacional de Morelenses y Migrantes Mexicanos, con sede en Las Vegas, Nevada, informó sobre la desaparición del migrante indocumentado Gilberto Villegas Ocampo, originario de Amacuzac, quien emprendió el viaje a Estados Unidos el pasado 30 de abril.
En las últimas dos semanas tres migrantes morelenses han muerto en suelo norteamericano. Uno de ellos en el tráiler abandonado en San Antonio, Texas; otro en el tiroteo de Highland Park, Chicago, y otro connacional fue localizado sin vida en MacAllen, Texas, presuntamente abandonado por sus “coyotes”.
En el caso de Gilberto se sabe que tenía 52 años de edad y partió junto con su sobrino, Óscar Villegas Bahena, de 21 años, con la intención de llegar a la ciudad de Houston, Texas.
En un comunicado de prensa la organización informó que la versión del sobrino es que Gilberto murió en el desierto porque el cansancio le impidió continuar, sin embargo, María Leticia Villegas Millán, esposa de Gilberto, refirió que no cree que esté muerto porque lo siente en su corazón.
Gilberto Villegas vestía playera de color azul marino con cuello tipo polo, pantalón azul cielo de mezclilla y tenis marca Pirma, y se encuentra desaparecido desde el 24 de junio. Ese día llamó a su esposa y le dijo: “Oye Le, ya voy a caminar, ahí te encargo a mis hijos”, (14 y 19 años de edad).
RUMBO A COAHUILA
Villegas y su sobrino salieron de Morelos rumbo a Piedras Negras, Coahuila, ahí trabajaron por dos meses y desde esa frontera intentaron cruzar en tres ocasiones a Estados Unidos, pero fueron deportados, por lo que se trasladaron a Reynosa, Tamaulipas y antes de intentar cruzar Gilberto avisó a su esposa.
El sobrino, cita el comunicado de la Confederación, manifestó que su tío se quedó en el desierto, debido a que iba muy cansado y no podía continuar. También mencionó que los “coyotes” que cobraron cinco mil dólares por persona, le preguntaron que si se iba o se quedaba con su tío y él decidió abandonarlo para luchar por su vida.
El sobrino comentó a un familiar que su tío estaba blanco y sin signos vitales, y en consecuencia los familiares recurrieron a grupos de personas desaparecidas en las redes sociales para tratar de encontrar a Gilberto, sin obtener información positiva.
Posteriormente, el sobrino que sí llegó a su destino se comunicó con la esposa de Gilberto para notificarle del envío de una ubicación de una zona al norte de McAllen, Texas, donde supuestamente habría quedado el cuerpo de su tío, e hizo hincapié de que no lo buscarán más porque no estaba vivo.
Gilberto regresó a Amacuzac hace más de 10 años proveniente de Pasco, Washington, lugar donde permaneció por casi cinco años y donde trabajó como jornalero en el campo. A su regreso a Amacuzac, trabajó como chofer de taxis hasta que decidió buscar la forma de regresar a la Unión Americana con el sueño de mejorar su calidad de vida.
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