Mientras la candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, ya tiene organizado su equipo de transición en caso de llegar a la Casa Blanca, su rival, el republicano Donald Trump, sigue buscando la tecla correcta para salvar su candidatura.
Este miércoles anunció la incorporación de dos nuevas figuras al frente de su equipo. Los nuevos “fichajes”, adelantados por The Wall Street Journal, son viejos amigos de Trump: Stephen Bannon y Kellyanne Conway. Bannon es un banquero reconvertido a director del sitio web de noticias conservador Breitbart News. Se dice que ya actuaba como asesor de la campaña y ahora será el nuevo director ejecutivo. Conway era la encuestadora de referencia de Mike Pence, el compañero de fórmula del magnate, y se convierte en la nueva gerente de campaña: su misión será no sólo llevar el timón del barco sino también ayudar a conseguir que las mujeres voten por él.
“Conozco a Steve y a Kellyanne desde hace muchos años”, dijo Trump en un comunicado. “Son personas altamente cualificadas y extremadamente capacitadas que aman ganar y que saben cómo ganar”, añadió el magnate.
El cambio es un golpe para el actual jefe de campaña, Paul Manafort, quien mantendrá su posición aunque su papel se verá reducido. No ha durado ni dos meses al frente del trasatlántico Trump, al que llegó prometiendo que podría reconducir a un candidato indómito. Lo intentó, pero Trump no se siente cómodo controlado, ni leyendo el teleprompter para no salirse del guión.
Al parecer, Trump quiere una remodelación de su equipo, un grupo que con una estrategia orientada a “dejar que Trump sea Trump”, una frase con referencia a la serie The West Wing, algo más parecido a la lógica de campaña que había antes de Manafort.
Según el editor jefe de BuzzFeed estos cambios hablan de una “fusión” entre la campaña de Trump y la página web que llevará la carrera electoral a una nueva fase: el “activismo mediático”.
Para el jefe de campaña de Clinton, Robby Mook, el Breitbart News es un “autoproclamado sitio de noticias que vende de puerta a puerta teorías de la conspiración divisivas, a veces racistas, antimusulmanas, y antisemíticas”.
De momento, se confirmó que Trump empezará ya a gastar en anuncios televisivos. Hasta ahora, no había invertido ni un dólar en publicidad, mientras que su rival ha gastado 52 millones de dólares, de acuerdo con la cadena NBC.
Sus anuncios estarán en Florida, Ohio, Pennsylvania, Carolina del Norte y Virginia, estados donde Clinton lleva la delantera en intención de voto.
En tanto, The New York Times reveló que en 2010 el gobierno de Nueva Jersey —encabezado por su asesor Chris Christie— le redujo un adeudo impositivo por sus casinos en Atlantic City de 30 millones de dólares a sólo 5 millones, una baja que pondría de manifiesto algún “trato especial”, según expertos citados por el diario.
