CDMX.- Reconocido mundialmente por ser la joya turística de México y sitio que, según las autoridades, está a un paso de volver al confinamiento por el aumento de casos de Covid-19, Quintana Roo es el estado con la población más joven del país, la más resistente al virus en cuestión de salud, pero la más afectada económicamente por el desempleo que ha dejado la parálisis de la llamada industria sin chimeneas.
Con un millón 858 mil habitantes, la entidad caribeña es el hogar de 497 mil personas de entre 15 y 29 años, casi el doble que hace dos décadas y 21 veces más que medio siglo atrás, cuando todavía era territorio federal, de acuerdo con los censos de Población y Vivienda del Inegi.
Es decir, 27% de los quintanarroenses eran jóvenes el año pasado, siendo la tasa más alta de los 32 estados por tercer censo consecutivo, pues los recuentos de 2010 y 2000 también colocaron a Quintana Roo a la cabeza en términos de juventud.
Considerado uno de los principales atractivos turísticos de la Riviera Maya, Tulum es el municipio con la mayor tasa de jóvenes en el estado: 29% son personas de 15 a 29 años. Quintana Roo también registra el menor índice de envejecimiento: 28.65 personas adultas mayores por cada 100 niños y jóvenes, contra 47.69 individuos a escala nacional, según el Inegi.
Más de dos terceras partes de la economía quintanarroense dependen del turismo, un sector intensivo en mano de obra y cuya mayoría de trabajadores son jóvenes y mujeres.
Sin embargo, la industria sin chimeneas fue la más afectada por las restricciones a la movilidad para controlar el Covid-19, algunas todavía vigentes y, en el caso particular del estado, están en “riesgo inminente” de aumentar si regresa a color rojo el semáforo epidemiológico, como advierte su gobernador Carlos Joaquín González.
Analistas de Banorte calculan que el producto interno bruto (PIB) de Quintana Roo sufrió un desplome histórico de 24.2% en 2020, el más severo del país, y le tomará hasta 2027 o más tiempo recuperar por completo los niveles de actividad económica que tenía en 2018.
El boom turístico que se logró antes de la pandemia de Covid, que permitió a la economía de Quintana Roo crecer a tasas cercanas a 5% en el sexenio anterior, generó un gran volumen de empleos y el sector se volvió atractivo para los jóvenes.
El turismo se presta a ser un sector para que muchos jóvenes inicien su carrera laboral. Cerca de la mitad del personal turístico son jóvenes, explica Humberto Molina, especialista en economía turística del Grupo Empresarial Estrategia (Gemes).
Cada año se incorpora un gran número de jóvenes a la fuerza laboral, lo que ha representado un reto para el país, pero ahora, con la economía sin crecer, ese sector de la población enfrenta un problema grave, porque tiene todavía menos oportunidades de encontrar un empleo, dice en entrevista.
Situación crítica
En Quintana Roo, la población joven que salió a buscar empleo y no tuvo éxito sumó 29 mil personas (41% del total de desocupados) a finales del año pasado, el doble que en 2019, muestra la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi.
La entidad fue donde más aumentó la pobreza laboral el año pasado, cuya población en esta condición pasó de 28.3% en 2019 a 43% en 2020, de acuerdo con el Coneval.
Molina estima que los empleos turísticos se reactivarán conforme se incrementen los flujos de viajeros y disminuyan las restricciones operativas, pues comenzarán a reabrir hoteles, restaurantes, agencias de viaje y otros establecimientos.
Desde su punto de vista, se necesita elevar la calidad del producto turístico mediante capacitación y profesionalización, a fin de que los visitantes estén dispuestos a gastar más por los servicios y mejoren los salarios del sector.
(EL UNIVERSAL)
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