EL VATICANO.- Para fortalecer el proceso de paz en el país africano Sudán del Sur, el papa Francisco se arrodilló y besó los zapatos de los dos líderes rivales de este país.
Después de dos días de reunión en el Vaticano con los rivales del país africano, el papa le pidió al presidente de Sudán del Sur y al líder de la oposición que hagan un acuerdo de paz, que sean “artesanos de la paz“.
“Les pido como hermano: manténganse en la paz. Se los pido con el corazón. Habrá problemas, pero no se asusten, sigan adelante, resuelvan los problemas. Han iniciado un proceso, que termine bien”, señaló el papa.
Ante dicha petición, el pontífice sorprendió a las personas presentes al arrodillarse y besarle los pies a los personajes involucrados:
“Expreso mi sentida esperanza de que las hostilidades cesen finalmente, el armisticio sea respetado, las divisiones políticas y étnicas sean superadas y que haya una paz duradera por el bien común de todos los ciudadanos que sueñan con comenzar a construir la nación”, agregó el líder del Vaticano.
Asimismo, Francisco aclaró que esta reunión no era común ni habitual, pues se trataba de un retiro espiritual:
“Aquí no se trata de una habitual y común reunión bilateral o diplomática entre el Papa y los jefes de Estado; tampoco de una iniciativa ecuménica entre los representantes de las diferentes comunidades cristianas: se trata de un retiro espiritual”.
Durante esta reunión, Francisco estuvo con Salva Kiir Mayardit, presidente de Sudán del Sur, y con Riek Machar Teny Dhurgon, James Wani Igga, Taban Deng Gai y Rebecca Nyandeng De Mabior, cuatro de los cinco vicepresidentes designados para crear un gobierno de unidad nacional.
Cabe señalar que Sudán del Sur es identificado por ser “el país más joven de mundo”, luego de que lograra su independencia en 2011. Dos años después, desde 2013, este lugar geográfico atravesó una guerra civil que dejó al menos 400 mil muertos.
La guerra civil se originó tras una disputa entre Kiir y Machar.
Después, en septiembre de 2018, Kiir de ideología católica, y Machar, de ideología presbiteriana, firmaron un acuerdo de paz con el fin de que entre rivales se reunieran, examinaran y entrenaran a sus fuerzas para que se unieran y se creara un Ejército nacional.
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