CIUDAD DE MÉXICO.- El presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza, asegura que los actos de corrupción que se han detectado en el partido no son impedimento para que repitan una victoria en la Presidencia de la República en 2018.
En entrevista con EL UNIVERSAL, reconoce que sus antecesores debieron actuar a tiempo en casos como el del gobernador con licencia de Veracruz, Javier Duarte.
Rechaza pedir al ex mandatario veracruzano que se entregue. “Yo no le pido nada a un delincuente, lo que exijo es que la autoridad cumpla la orden de aprehensión”, dice.
Adelanta que antes de que termine este año, la Comisión de Justicia emitirá fallos sobre los ex gobernadores de Quintana Roo, Roberto Borge, y de Chihuahua, César Duarte.
Afirma que su partido no quedará rezagado ante Morena o el PAN para 2018, una vez que el presidente Enrique Peña Nieto pidió el domingo dejar para otros partidos promociones anticipadas, y generar primero el proyecto y luego abordar los nombres.
De una eventual alianza PAN-PRD en el Edomex, dice no temer y confía en ganar Coahuila y Nayarit, es decir las tres elecciones en 2017.
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