Tras la anulación del Parlamento venezolano mediante una decisión del Tribunal Supremo de Justicia de dicho país, el Ministerio de Relaciones Exteriores en Lima anunció que “frente a la gravedad de estos hechos, el Gobierno de Perú ha decidido retirar de manera definitiva a su embajador de la República Bolivariana de Venezuela”. Mariano López Chavarry permanecía en la capital desde inicios de mes, cuando fue llamado en consulta después de que el presidente Nicolás Maduro y la canciller Delcy Rodríguez insultaran al mandatario Pedro Pablo Kuczynski.

Mediante un comunicado oficial, Perú condenó que la corte venezolana se atribuya “las competencias parlamentarias que le corresponden a la Asamblea Nacional, arbitraria medida que violenta el Estado de Derecho y constituye una ruptura del orden constitucional y democrático en la República Bolivariana de Venezuela“.

La decisión del tribunal, que también otorga al presidente “facultades que constitucionalmente corresponden a otros poderes del Estado es un flagrante quebrantamiento del orden democrático en ese país”, añadió la Cancillería.

El Gobierno ha iniciado consultas con países miembros de la Organización de los Estados Americanos “para que, en el marco de la Carta Democrática Interamericana, se adopten con la mayor urgencia las medidas que correspondan ante la evidente ruptura del orden constitucional y democrático en Venezuela”, agrega el comunicado.

“La separación, independencia y respeto recíproco de los poderes públicos es un elemento esencial de la democracia representativa, que todos los miembros de la Organización de los Estados Americanos se encuentran obligados a respetar”, indica el texto.

El 6 de marzo, la canciller venezolana dijo durante un foro llamado Chávez antiimperialista que el presidente peruano es “el perro simpático que le mueve la cola al imperio (estadounidense)”, y cuestionó que, durante un discurso en Estados Unidos, dos días antes, Kuczynski hubiera “mancillado la memoria” del expresidente venezolano Hugo Chávez.

El presidente de Perú, al recibir una distinción en la Universidad de Princeton, donde estudió economía, comentó que América Latina es como “un perro simpático durmiendo en la alfombrita y no genera ningún problema, salvo Venezuela que se porta mal”.