SAN JOSÉ, Costa Rica.- Daniel Ortega ejecutó este viernes un golpe de timón en la política de Nicaragua para consolidar su poder hegemónico y se apropió del control total de la Asamblea Nacional (Congreso unicameral), tras lograr que el Consejo Supremo Electoral (CSE) despojara a la oposición de 16 escaños de diputados titulares y 12 de suplentes y entregara las curules a bandos opositores aliados al presidente nicaragüense que ahora gobierna con mandos supremos.

Los legisladores perjudicados fueron electos en 2011 en una alianza del Partido Liberal Independiente (PLI), el principal de la oposición, y el Movimiento Renovador Sandinista (MRS), que aglutina a dirigentes sandinistas que hace más de 20 años se salieron del ex guerrillero y gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) tras denunciar los signos dictatoriales de Ortega en ese partido.

La cúpula del PLI quedó inhibida de participar en las elecciones generales de noviembre próximo al perder en junio pasado la representación legal de esa agrupación partidista, en una maniobra que los opositores atribuyen al interés de Ortega de colocar en la jefatura de ese partido a políticos que le sean obedientes. Esa medida fue el preámbulo a la decisión del CSE de cancelar las diputaciones, lo que permite a Ortega controlar los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Electoral, así como el ejército y la policía.

“Nicaragua va hacia otro conflicto armado. Ortega ha entrado en una deriva autoritaria”, dijo Eliseo Núñez, uno de los diputados del PLI al que se le canceló su rango de legislador. “Aquí se va a abandonar la vía cívica por completo y lo que va a primar es la vía del conflicto de las armas. Es algo que hemos querido evitar”, afirmó a EL UNIVERSAL.

“La guerra no sólo es el último recurso sino que tiene que estar después del último recurso. Sin embargo, llega un momento en que la dignidad y la libertad de la gente priman sobre cualquier otra valoración que se haga y entramos al conflicto”, recalcó.

El MRS acusó que con el golpe parlamentario, el presidente de Nicaragua “ha liquidado a la Asamblea” al cancelar las diputaciones opositoras.