“Curiosidades de la corruptela”
México es un país lleno de curiosidades. No por nada es unos de los países en la lista de preferencias para el turista. Y es que la variedad es tremenda. Si se va por el lado cultural hay tantos Pueblos Mágicos que se puede dar el lujo de elegir y encontrar en cada uno de ellos impensables maravillas; si se va por el lado acuático, Quintana Roo, Sinaloa, Baja california Sur, Jalisco, Colima, Michoacán, Tamaulipas se llevan las palmas con sus bellas playas; si se busca Delincuencia organizada y alta corrupción, pues la primera la encuentra en los diversos cárteles que llenan el país, siendo cada uno en sus labores, poderosísimos. Si se va por lo segundo, existen partidos políticos tan conocidos y en los que puede encontrar infinidad de corruptelas. Y hablando de corruptelas, estas existen desde que los tlaxcaltecas traicionaron su sangre para apoyar al invasor, hasta la mala leche del llamado “Negro Durazo” que hizo de su llamamiento en la Ciudad de México todo un imperio de malversaciones.
Entre otras curiosidades está el hecho de que siendo Humberto Moreira acusado de corrupción, heredara a Jaime Torres López un estado en ruinas, para luego, este último, dejarlo en manos de otro Moreira, que a la fecha está en el ojo del huracán al saberse que el gobierno federal va tras él acusado de recibir viáticos millonarios de manos de Ancira… ¿otra curiosidad?, pues que sólo le bastaron once meses a Jaimito Torres para desvalijar al estado y alzarse como un estandarte en la oscuridad como el más importante corrupto jamás existido, y eso no se dice así nada más al aire, lo expresó abiertamente y en la corte Javier Villarreal al acusarlo de ser cabecilla de una bien fraguada red de corrupción al corazón del estado norteño de Coahuila. Lo que muchos tardaron en toda una administración en lograr, Torres López lo hizo en menos de un año. Después desapareció del mapa político y como muchos otros amasadores de fortunas robadas al pueblo, desapareció sin dejar rastro. Otra de las curiosidades que tienen los servidores públicos que terminan una administración o que se van antes de tiempo, es su gusto por migrar, por abandonar, por dejar la patria yéndose de puntitas. Luego se descubre que están en Europa, y es que no sabemos por qué estos hombrecitos, teniendo tanta inteligencia para delinquir, no se les ocurre huir a otro sitio que no sea España. Claro, los ha habido más finos y elegantes como Tomás Yarrington que fue detenido en Florencia, Italia y Javier Duarte, en Guatemala. Otra de las curiosidades es que, siendo estos hombres de vivacidad pura para defraudar y hacer creer durante sus administraciones, que aman al pueblo y que si no es así que sea la nación la que se los demande, creen que huyendo jamás serán capturados. Lo peor viene cuando son prendidos, vestidos con ese penoso traje de prisioneros hundiendo en la ignominia a la familia, familia, claro está, enterada de las desenfrenos del padre de familia.
Dice la sabiduría de los viejos que perro no come perro. Tal sabiduría es mucho más que eso, es doctrina pura y enteramente infalible. Y aunque pareciera que son dichos caducos, no es así, tarde que temprano explota. Aplicándolo al estilo en el que se desenvuelven los manejos en los gobiernos, político no come político, o mejor, político no tolera político. Y es que cada uno se cree por encima de otro. No hay cabida a ser equipo o trabajar unidos. Y es precisamente cuando se cree que trabajan en conjunto, cuando uno de ellos, inconforme, termina por denunciar que todo el trabajo que se está haciendo, es corrupto. Javier Villarreal tuvo por Jefe a Jorge Torres López y todo parecía ir bien. Se trabajaba en armonía porque los dineros fluían y las comodidades sobreabundaban. Se daban cita en restaurantes exclusivos y largas vacaciones en el extranjero, pero apenas cayó uno y la ringlera de culpables se dejó ver cuando Javier Villareal comenzó a citar en la corte a más de cincuenta involucrados en la amplia red de corrupción en la que colocó como líder al ex gobernador interino de Coahuila.
Se dice que en el careo realizado en Estados Unidos, el exgobernador y el secretario de finanzas se daban con todo tratando de culparse mutuamente convirtiendo aquello en un grotesco espectáculo en el que se peleaban el cinturón de oro que se entregaría al más corrupto.
¿Más curiosidades? ¡Son tantas!, y es que son estos espectáculos los que ilustran las pupilas de la ciudadanía cada que entran a un centro comercial y ven los titulares en los periódicos. Nada curioso es también que la ciudadanía, al leer estas notas, sólo sonríe. Conocemos tan bien a nuestros perros que sabemos dónde dejarán su popó. Y remato que si hay una curiosidad en nuestra patria, es el hecho de que la ciudadanía sigue creyendo en esos partidos políticos que han vomitado a toda esa cepa de corruptos, sigue votando por ellos y los sigue manteniendo en las alturas, esa sí que es una curiosidad interesante. Adieu.
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