“De armas tomar”
Dicen los mayores que a las armas las maneja el Diablo. Es bien sabido que el Obrador de toda maldad no tiene la capacidad de obligar a ser humano alguno si este de sí mismo no lo desea. En otras palabras, las armas las acciona el hombre y no un ser viniendo de otras dimensiones.
Poseer armas en casa es algo normal en países del primer mundo y no poseerla en los del tercero. Poseerlas y no tener responsabilidad y criterio es sanguinario; no poseerlas y tampoco tener protección es igualmente monstruoso.
Mientras que en Estadios Unidos el presidente Biden ha catalogado el alza de la criminalidad a causa del uso de armas como una “Pandemia”, en México la misma criminalidad igualmente se ha disparado, pero a causa de no poseer las mismas y como se dijo al inicio, la casi nula seguridad que posee la comunidad de parte de las diversas corporaciones de seguridad pública.
Mientras que en la Unión Americana los crímenes se resuelven casi de un modo exprés, en México los familiares de las víctimas han tenido que esperar y sin exagerar, hasta diez años para recibir un veredicto, o hasta cinco o seis para establecer una condena. Hoy el crimen organizado está muy bien surtido de armas de alto calibre. Nadie desconoce que mucho de este arsenal es proveído a los diversos cárteles de la droga por medio de contactos estadounidenses. En otras palabras, es la corrupción norteamericana la que provee de armamento al crimen en México y así en ese círculo vicioso es casi imposible triunfar en una guerra en la que simplemente tanto un país como otro se “hacen locos”
¿Será una buena opción poseer armas en casa para defensa propia? Es una cuestión lo bastante delicada para una sociedad latinoamericana muy mal educada en carácter. Olvidándome del resto del continente americano y refiriéndome únicamente al territorio azteca, poseemos un carácter recio, agresivo, machista y lo bastante voluble. Permitir el libre tránsito de armas en casa sería una bomba de tiempo.
Con una cifra alarmante de cuarenta y tres mil muertes causadas por el uso de armas en territorio estadounidense únicamente en el año que se fue, podemos darnos una idea de lo mortífero que es tener ese “privilegio” en tierras anglosajonas.
Si Biden dice que lo que sucede en su territorio es una “Vergüenza internacional” es porque así lo es. Por muchos años la tierra de las barras y las estrellas se ha visto asolada por diversos acontecimientos en los cuales son los jóvenes los involucrados. Hemos sido testigos a lo largo de los años de múltiples tiroteos en escuelas y supermercados, sitios en los cuales, por ser lo bastante concurridos, el porcentaje de víctimas suele ser más mortal. Hace unos días el escándalo volvió a los titulares en los Estados Unidos cuando una jovencita que cursaba el sexto año de educación primaria sacó un armas en plena escuela hiriendo, aunque no de gravedad, a varios alumnos y personal escolar. Considerando la edad de la niña podemos advertir la alarma que es tener armas a su alcance. Sucesos como este no suelen ser muy aislados, México padeció algo similar no hace mucho cuando un niño de un colegio particular, privó de la vida a varios compañeros de salón. Las escenas fueron por demás terribles y virales.
Apostarle a la posesión de armas es algo de pensarse. Con todo y que en los países tercermundistas la posesión de armas no es algo muy común, esto tiene mucho que ver con las costumbres ancestrales en las que las ancianas, matronas y sabias en la familia, era “tentar al Diablo”.
¿Será posible un orden absoluto sin caer en una tiranía o en un régimen? Existen países que no son noticia, por ejemplo los países nórdicos. Sus sistemas de gobierno y sus economías son tan placenteras que los noticieros jamás hablan de ellos. Son como esos artistas que se guardan su vida privada a capa y espada. La gran diferencia radica en que mientras exista justicia y equidad, no existirá violación en las reglamentaciones y eso es justamente lo que lleva a la paz social y a la baja delictiva.
Dejar en manos de un mexicano un arma de fuego, sería volver a los años veinte. Tiempos en los que todo hombre poseía un machete y con él castigaba tanto a su mujer como a sus hijos. Reinaba el machismo porque solo él podía tener permiso para utilizar armas simplemente porque las armas “no estaban hechas para mujeres”
La inseguridad en nuestro país va en aumento y eso nadie lo pone en tela de juicio. Por mucho tiempo se habló de la gran cantidad de mujeres desaparecidas y asesinadas en Juárez, Chihuahua, sin embargo, la realidad era que en la ciudad de México morían mucho más que en esa ciudad fronteriza. La inseguridad ha hecho que la posesión de armas de fuego sea una posibilidad cada vez más tomada en cuenta.
Seamos de armas tomar. Tomemos decisiones sabias que no dañen la integridad de nuestros hijos y mucho menos la propia… convénzase de una buena vez que las armas las acciona el hombre y que no las maneja el Diablo, eso, eso son ideas arcaicas y desechables, Adieu.
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