CIUDAD DE MÉXICO.- Es un hecho que a los 36 años de edad Omar Bravo se encuentra en el ocaso de su carrera. Y es que después de jugar por última ocasión en Primera División con las Chivas del Guadalajara de 2014 a 2016, etapa en la que consiguió ser el máximo anotador histórico del Rebaño Sagrado, el delantero ya no entró en planes del conjunto tapatío y tampoco logró acomodo en algún plantel de la máxima categoría del futbol mexicano.
Bravo aceptó fichar en 2017 para el Phoenix Rising FC, perteneciente a la United Soccer League (USL).
Negándose al retiro, el ariete, quien jugará por México el Mundial de Alemania 2006 y actuará también -aunque sin mucho éxito- en la Liga Española con el Deportivo La Coruña en 2008, tuvo que aceptar una oferta en 2016 para jugar con el equipo Carolina RailHawks, perteneciente a la North American Soccer League (NASL), algo así como la “segunda” división del balompié estadounidense.
El equipo de Carolina, según Transfermarkt, tiene un valor estimado de 2.8 millones de dólares, que comparados con la valía de Chivas, dista mucho de ser un equipo de buen nivel, pues el chiverío, según la misma empresa, tiene un valor actual de aproximadamente 41 millones de dólares.
Ahora, sin encontrar arreglo alguno en la NASL ni en el futbol azteca, Bravo aceptó fichar en 2017 para el Phoenix Rising FC, perteneciente a la United Soccer League (USL), división que equivaldría a la “tercera” categoría de Estados Unidos.
El Phoenix Rising, según la misma Transfermarkt, tiene un valor total apenas superior al millón de dólares.
Este será el octavo equipo donde milite Omar Bravo, luego de haber pasado por Chivas (tres etapas), Deportivo La Coruña, Tigres de la UANL, Sporting Kansas City (MLS), Cruz Azul, Atlas y Carolina RailHawks.
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