NUEVO LAREDO.- La necesidad y la falta de oportunidades ha obligado a la señora Lourdes a realizar uno de los trabajos más agotadores y probablemente sufridos en la ciudad, y aunque muchos menosprecian su labor e incluso la humillan, ella no pierde las ganas de seguir adelante y demostrar que los años no la dejarán sentada sin un trabajo.
Lourdes Gutiérrez es una señora de 50 años de edad que diariamente barre las calles de Nuevo Laredo, iniciando su rutina desde las 4 de la mañana hasta las 2 de la tarde, sin embargo, por muy fácil que parece esta actividad ella asegura que incluso le ha costado lágrimas.
Con 13 años dedicados a este oficio, Lourdes recorre desde la Obregón hasta la Avenida Santos Degollado, exponiéndose a las inclemencias del tiempo, desde el extremo calor hasta el intenso frío.
“Hay muchas personas que son muy malagradecidas, a veces nos dicen que nos pagan por barrer las calles y creen que por eso te pueden tratar mal. A veces me avientan así directo los pañales sucios y no recogen la basura y cuando uno les dice algo se molestan y dicen que ese es mi trabajo”, dijo entre lágrimas.
“Me da tristeza porque no tienen derecho de humillarnos. Esto lo hacemos con dignidad y porque lo necesitamos”, aseguró.
Esta señora sale a tempranas horas de la madrugada desde la colonia Los Olivos, ya que si tarda unos minutos no alcanza a tomar el camión que la deja en el centro de la ciudad.
Agregó que con lo que gana de esta labor cubre sus gastos y necesidades ya que a su edad es difícil encontrar un trabajo con todas las aportaciones de ley, por lo que no le queda más que aguantar.
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