NUEVO LAREDO.- El 2018 para muchos es un año de oportunidades y de mejoras en la vida personal, sin embargo para otros es un inicio complicado y lejos de su hogar, tal es el caso de los migrantes que intentan llegar a Estados Unidos o de quienes son deportados y llegan a esta frontera a iniciar una vida desde cero.
Manuel Mena Luna vivía en Dallas, Texas, pero su suerte cambió al ser deportado a México y obligado a abandonar lo que en 6 años construyó.
“Yo vivía en Texas y hace 17 días llegué a Nuevo Laredo porque me deportaron. Allá dejé algunos familiares y pues ahora mi plan es quedarme aquí un año y empezar a trabajar, yo soy contratista de pintura y si eso no se da pues me iré a La Paz, Baja California, con otros familiares”, dijo.
Este hombre de 55 años de edad cuenta que es difícil para todos los migrantes estar lejos de su hogar y de su familia por perseguir un sueño americano, pero debido a la falta de oportunidades y principalmente de trabajo, es que deciden buscar algo más en el territorio americano.
“Es difícil para los migrantes pasar estas situaciones, a veces la gente que va en camino y que no trae ni un peso en la bolsa es quien más batalla. A veces muchos se van para allá con la necesidad de superación, pero con la situación crítica que hay en el mundo es de pensarse”, manifestó.
Finalmente Manuel desea obtener un trabajo este 2018 y mejorar situación económica, personal y familiar.
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