CIUDAD DE MÉXICO.- Lamentablemente para México, al presidente Enrique Peña Nieto no le bastó con dejar al país con una deuda duplicada a como la recibió, no cumplir ni la mitad de sus promesas y un México lleno de inseguridad con aproximadamente 40 mil desaparecidos, también deja la el poder con una nación convertida prácticamente en un ‘cementerio’.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) y del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp), Peña Nieto dejará un país con más 135 mil asesinados.
Lo anterior es muestra de que lamentablemente no se alcanzaron los objetivos deseados, pues el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 tenía como meta llegar a una tasa de homicidios de 12.8 por cada 100 mil habitantes, cosa que no sucedió, alcanzando en 2014 los 16.7 asesinatos por cada 100 mil habitantes.
En los últimos 20 años, los homicidios por arma de fuego en el país crecieron 570 %, de acuerdo con un informe publicado por organizaciones civiles de México y Estados Unidos.
Respecto a otra de las principales metas del sexenio en materia de combate al crimen, el Gobierno federal logró la captura de 110 de al menos 122 delincuentes catalagados como prioritarios, quedando en libertad personajes como Ismael ‘El Mayo’ Zambada, líder del cártel de Sinaloa, y Nemesio Oseguera ‘El Mencho’ líder del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Tras lo anterior, y con casos como el de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, el presidente Enrique Peña Nieto ha reconocido que:
No hemos alcanzado el objetivo de darle paz y tranquilidad a los mexicanos en cualquier parte de la geografía nacional”.
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