Lomelí dijo que fue conocido como un artesano tequilero de alta gama en 2007 cuando lanzó una botella de ámbar obscuro Clase Azul Ultra de 1,200 dólares. Tenía la simple intención de causar un revuelo en la escena del tequila, en lugar de convertirse en un producto duradero.
“No imaginamos que estaríamos en el negocio de vender botellas extremadamente caras regularmente”, dijo.
Lomelí se considera afortunado porque lanzó su bebida de lujo en un momento en que los estadounidenses estaban adquiriendo el gusto del tequila premium.
Las ventas en EU de tequila “super premium” y de alta gama han aumentado un 67% en la última década, sobrepasando recientemente las ventas de las variedades más accesibles, de acuerdo con el Consejo de Destilados.
La oferta más costosa de Clase Azul, con un precio de 30,000 dólares, cuenta con una botella de cerámica adornada con ámbar y oro de 24 quilates. Una colección de 15 de estas botellas de lujo fue creada para celebrar el 15 aniversario de Clase Azul.
El tequila Clase Azul se fabrica en México, pero Lomelí no tiene planes para venderlo a sus compatriotas, si bien si vende algunas botellas a los turistas estadounidenses pudientes en las playas de Cancún y Los Cabos.
En cambio, Clase Azul se concentra en el mercado de exportación a EU y Europa.
“Decidimos no vender a los mexicanos desde el principio…pues es difícil hacer que cambien sus preferencias”, explica.
En 2016, la compañía vendió 234,000 botellas de Clase Azul, con un incremento en ventas en EU del 46% con respecto al año anterior.
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