TAMAULIPAS.- Los resultados de la prueba “Tamaulipas Aprende”, aplicada a 174 mil estudiantes de tercero de primaria, sexto de primaria y tercero de secundaria durante el ciclo escolar pasado, ya están en manos de las escuelas y maestros.
Según lo observado, hubo una mejora notable en los aprendizajes, especialmente en los estudiantes de tercer grado, quienes han tenido tres años de clases presenciales.
Nohemí González, directora de Vinculación de la Secretaría de Educación de Tamaulipas, explicó que esta prueba se aplica al finalizar cada ciclo escolar, una práctica implementada por la nueva administración. “Ya tenemos los resultados y las escuelas también, porque con base en ellos comienzan a trabajar y revisar lo que deben fortalecer en el marco de la nueva escuela mexicana”, señaló.
La funcionaria destacó que, comparando este ciclo con el anterior, se ha registrado una mejora. “Venimos regresando de la pandemia, y los niños llevaban poco tiempo asistiendo a clases presenciales, lo que había tenido un impacto negativo en los aprendizajes. Sin embargo, ha habido una gran mejora, especialmente en los alumnos de educación primaria, en particular en los de tercer grado, que ya llevaban casi dos años y medio en clases presenciales con su maestro y compañeros. Eso influyó mucho en la mejora de los resultados, siendo el grado que más avances tuvo”, detalló.
Los estudiantes de sexto de primaria y tercero de secundaria también mostraron avances, aunque no tan significativos como los de tercero de primaria.
Esto, según González, demuestra que la presencialidad y el trabajo del maestro en el aula, junto con las herramientas que se brindan a las escuelas, están teniendo un buen impacto.
“La propuesta es que el maestro revise los resultados e identifique aquellos aprendizajes fundamentales que no cambian a pesar de las modificaciones curriculares. Desde su contexto, deben empezar a trabajarlos en el marco del nuevo programa educativo, que está en su segundo año. La Secretaría de Educación nos ha instruido a realizar reuniones con los directores para hacer una presentación y una propuesta sobre cómo revisar y potenciar esta información. Mientras más evidencias tengamos sobre lo que la escuela debe fortalecer, mayor será el impacto”, afirmó González.
Aclaró que se trata de una prueba académica que mide los aprendizajes fundamentales, como la comprensión lectora y las habilidades matemáticas.
“Revisamos operaciones básicas y cómo los estudiantes aplican la comprensión en problemas razonados, relacionados con situaciones de la vida cotidiana. Evaluamos Lenguaje y Comunicación, Matemáticas, y el ciclo pasado agregamos Ciencias, debido a las nuevas tecnologías”, explicó.
La prueba fue aplicada a 174 mil estudiantes en los tres grados: tercero de primaria, sexto de primaria y tercero de secundaria. “Se evalúan los aprendizajes y la escuela realiza una revisión de cómo deben trabajar. Este ejercicio lo hemos hecho dos años y esperamos seguir evaluando hasta el fin del sexenio”.
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