TURQUÍA.- Exihibición de puro rock and roll la que han dado Galatasaray y Manchester United en el Rams Global Stadium. Un partido de locura que deja insatisfechos a ambos pero sobre todo a los de Ten Hag. Los Red Devils iban ganando 1-3 con todo a favor… y reciben al Bayern Münich en la última jornada. Ziyech y Onana quedan como los grandes protagonistas del partido. El primero como héroe y el segundo como villano. Muchas cábalas necesita este equipo para clasificarse. Final: 3-3 en Turquía.
La primera parte en Estambul fue de locura, empezando por los mosaicos del Rams Global Stadium.“Bienvenidos al infierno” se podía leer, una declaración de intenciones en este match ball tan intenso. Garnacho calmó un poco a la grada visitante con un golazo a los 11 minutos, prologando así su estado de gracia. El United sabía a lo que había venido y la efectividad fue su compañera de viaje, pues Bruno Fernandes clavaría un golazo desde su casa a la escuadra izquierda de Muslera poco después. 0-2 y a soñar con la clasificación.
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— Troll Football (@TrollFootball) November 29, 2023
Pero una visita al infierno turco no suele quedar exenta de goles recibidos, ni de milagros. Un Onana mal colocado en una falta directa de Ziyech permitiría a los locales recortar distancias en el 29′. Un error que animaría al Galatasaray a buscar el empate con vehemencia y de hecho lo logró. Solo el fuera de juego evitó el 2-2 de Icardi poco antes del descanso, un aviso para los de Ten Hag para lo que les aguardaba.
United se cae en la parte complementaria
El segundo tiempo prometía de lo lindo y no defraudó. Tras unos minutos de un intenso Galatasaray, aparecieron sus puntos débiles: la defensa. Un hueco enorme en la banda derecha provocaría el plácido 1-3 del United. Centro raso de Wan-Bissaka para que McTominay rematara al primer palo completamente solo. Pero si la debilidad local era la zaga, la visitante era la portería. Situación calcada a la del 1-2, con Ziyech y Onana de protagonistas y una cantada aún más grande el meta del United. Un error de los que uno no se imagina, pues prácticamente se la mete él mismo.
Por si no faltaban ingredientes, Akturkoglu a pase de Ziyech anotaría un golazo para empatar a 3 en el 70′, un tanto que pondría patas arriba el partido. El infierno turco era real y el canguelo del Manchester United también. Desde entonces, las defensas fueron las protagonistas, pero por su ausencia. Los espacios eran evidentes en ambos lados del campo y el gol definitivo podía caer de cualquier parte.
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