Un loro gris africano podría ser un testigo clave en el homicidio de su dueño, luego de ser el único presente en el momento que él y su pareja fueron víctimas de un supuesto atentado.
Bud, como se llama el loro, no ha dejado de repetir tres palabras desde hace un año, cuando su dueño fue asesinado. “Don’t f…ing shoot” es lo que familiares de la víctima lo han escuchado decir, por lo que aseguran presenció el ataque.
El lamentable hecho se registró en mayo de 2015 en Michigan cuando supuestamente un intruso atacó a Martin Duram con al menos cinco tiros para después dispararle en la cabeza a su esposa Glenna, el ataque se llevó a cabo con un arma familiar.
Sin embargo, Glenna Duram se ha recuperado favorablemente y ahora se ha convertido en la principal sospechosa, aunque ella asegura que también es una víctima y aún no se han presentado cargos en su contra.
Registros policiacos señalan que Glenna le disparó a su esposo en cinco ocasiones para después dispararse ella misma, tras de tener severos problemas financieros y dejar algunas notas suicidas, detalla Huffington Post.
Pero la familia de Martin insiste en la culpabilidad de la mujer y están seguros de que el loro lo puede demostrar. Por su parte, un experto en la especie animal de Bud explicó que son muy inteligentes y pueden imitar rápidamente frases si hay un motivo.