NUEVO LAREDO.- El Panteón Antiguo de Nuevo Laredo, o también conocido como Panteón Municipal Uno, tiene un sinfín de historias paranormales, pero una que estremece es la de un muerto que le reclamó a un trabajador del cementerio por los cambios que le estaban haciendo a una tumba que resultó ser la del fallecido.
José Hernández, quien lleva 31 años trabajando como limpiador de tumbas, recuerda que una tarde mientras estaba pintando unas letras en una de las tantas tumbas que existen, sintió la presencia de alguien, al voltear, un hombre montado en una bicicleta le preguntó en tono medio molesto y alterado, qué hacía en ese lugar, y quién lo había mandado.
Respondió, que era su trabajo, además que los familiares le pedían que le diera mantenimiento a la tumba. Al voltear su mirada hacia la tumba, siguió hablando con esa persona que había llegado, pero al quedar en silencio, regresó de nuevo la mirada para ver al hombre, sin embargo, ya no estaba.
No le dio importancia y pensó que era un ciudadano más que llegaba a visitar a alguno de sus deudos, terminó su trabajo en la tumba, de aquel hombre que no recuerda su nombre, ni la ubicación exacta.
Al pasar de los días, familiares del hombre que se encontraba enterrado en esa tumba llegaron al panteón, platicaron con don José y entre la plática les comentó que en días anteriores un hombre se le acercó para preguntarle lo que hacía.
Les detalló que traía una bicicleta inglesa y que era de aproximadamente 50 años, qué ropa vestía.
Una mujer asombrada le dijo que era imposible lo que él le platicaba, puesto que de acuerdo a las señas, era la misma persona a quien visitaban en esa tumba, y que incluso esa bicicleta que describía perteneció al hombre fallecido y la tenían guardada en su casa.
Don José se sintió desconcertado, jamás se imaginó que días antes platicó con un muerto, un muerto, a quien le limpiaba el lugar donde reposaban sus restos.
A pesar de ese momento, que después de 25 años tiene fresco en su memoria, no pensó en retirarse o dejar de laborar en el panteón.
José Hernández dijo que a través del tiempo ha vivido en carne propia y escuchado las historias más tenebrosas, y aunque él no cree en fantasmas, sabe que son cosas que no se puede explicar.
MUJER ENTRE LOS PASILLOS
También, sin que él la haya visto, sus compañeros le comentan que por las noches, sobre la calle principal, de las oficinas hacia la salida, sale una mujer de entre las tumbas y pasa por ese lugar. Lo extraño es que no camina, sino que flota, además que nadie ha podido verla a la cara, pero cuando llega ese momento se siente frío… de pronto la figura desaparece.
DESPUÉS DE SUSTO MURIÓ
Otro caso que nos relató, es que hace unos años, había algunos policías que cuidaban las instalaciones de este panteón. Cuenta que a uno de los oficiales lo asustaron, una aparición provocó que a los tres días renunciara… y días después falleciera.
Como éstas, se pueden contar cientos de historias, pues hay tumbas muy antiguas o populares, como la del “Maestro Cipriano”, dedicado a las ciencias ocultas, a donde llegan decenas de personas para “pedirle trabajos”.
Fue el primero de febrero de 1880, cuando llegó “la primera inquilina”, doña Tiburcia González de Romero al Panteón Antiguo.
Son ya 135 años de fundado este panteón, por el que se escuchan gritos, se mueven las cosas, supuestos fantasmas hacen su aparición días previos a la celebración del Día de Muertos.
Mantente informado las 24 horas, los 7 días de la semana. Da click en el enlace y descarga nuestra App!
