La pluma profana de El Markés

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“El top de México”

Me encanta mi patria porque siempre se cuadra en el Top Five o Top Ten de los grandes sucesos internacionales. Siendo un país económicamente tercermundista, como lo han fichado los grandes copetones del orbe, nuestra nación tiende a vestirse de Channel aunque su bolsillo quede solo. Hoy amanecimos con la novedad de que tierra azteca está en el Top Five de los países con más entradas al mundial de Qatar. Pareciera increíble que un país gobernado en una gran mayoría por camisetas tricolores sea tan pudiente como para darse esos lujos que muchos países de Europa o América, que están mucho mejor que el nuestro, ni si siquiera tengan interés en asistir a tal evento… y es que nos duela o no, existen países tan centrados en su vida estable, que un evento futbolístico en definitiva no está dentro de sus planes. La verdad es que existen muchos gobiernos en el mundo cuya prioridad está en salvaguardar la integridad económica y física de su gente, obviamente no estamos hablando del nuestro en el que las medidas de prevención contra el COVID están siendo arrojadas a la basura lo bastante pronto. Ya se escucha y se lee por aquí y por allá que existen estados de la nación que ya está desechando el uso del cubre bocas, cosa lo bastante tonta y alarmante; alarmante porque mientras en China ya se habla de un nuevo rebrote, acá las personas se han dedicado a hacer memes y chistes de muy mal gusto con respecto a las vacunas y demás. Intelectualmente México viene siendo la colonia más pobre de una ciudad cualquiera, esa por la que nadie pasa por tener miedo a ser atacado, y nada más lejano de la realidad cuando naciones han prohibido a sus ciudadanos poner un pie en nuestra patria debido al alto índice de secuestros y violencia causada por el narcotráfico.

México, rey de los Top, igualmente se ha colocado orgullosamente entre los países con un nivel de violencia contra la mujer, muy por encima de India y Afganistán. Da risa el hecho de que aquí somos buenos para mirar e intentar sacar la paja incrustada en el ojo ajeno, pero no nos fijamos que en el nuestro hay una lo bastante grande. Criticamos, nos espantamos y aborrecemos a los musulmanes extremistas por abusar de sus mujeres y colocarlas en un estatus lo bastante bajo, pero no nos fijamos que aquí, el machismo es muchísimo peor que una costumbre ancestral. Allá castigan a las mujeres, acá las asesinan; allá no les dan oportunidad de hablar en público ni en el púlpito, aquí el Tú te callas tan humillante es mucho más denigrante que las tradiciones de por allá.

Si no está en el Top Five, sí está en el Top Ten de los países con más trata de personas, esto muy por arriba de Colombia y China. A los connacionales les encanta traer extranjeras y meterlas en los cuchitriles que tienen por cantinas en las grandes ciudades. Tan idiotas que todavía muchos prefieren prostituirse a sí mismos buscando “mercancía” femenina, masculina o infantil, preferentemente extranjera. Son los estados de Tlaxcala, Chiapas, Sonora y Guerrero, los cuatro estados con más problemas de trata de blancas. Es este un problema tan milenario que tal pareciera que tomarle importancia sería algo muy similar a perder el tiempo.

El narcotráfico es un negocio ahora sí que netamente mexicano. En Sudamérica se produce, México lo trasporta y los gringos lo consumen. Desafortunadamente el trasiego de estupefacientes por territorio nacional ha causado un caos increíble y una guerra intestina que ha tenido al país con dolor de estómago terrible. Es así que México se ha convertido en uno de los primeros países en tener cientos de muertos a causa del narcotráfico. Sólo Colombia se corona como uno de los grandes en acumular muertos, tan igual como Chile en las dictaduras; sin embargo, México no es un país que se deja y como dice la frase de un corrido, “Jalisco nunca pierde y si pierde, arrebata”, y para arrebatar, somos tan buenos como los ladrones de Tepito. Lo malo es que jamás arrebatamos las buenas costumbres, siempre terminamos adoptando lo malo, las sobras, la escoria de otros. No por nada somos una copia pobretona de otros países.

Así, México siempre ha sido galardonado por ser tercermundista en muchas maneras, desde su manera de pensar tan pesimista y creer que nos merecemos el mote, hasta pensar que estamos así por el gobierno y no por una lucha individual que nunca damos.

Estar en el Top Five o en el Top Ten es algo que nos tiene contentos. Somos una raza que prefiere usar el Facebook para perder el tiempo viendo memes, antes que utilizarlo para impulsar un negocio o alguna que otra idea original… la pregunta es, usted que ahora lee ¿siente estar en Top Five de los individuos más apáticos? Nunca olvidemos que ser catalogados como tercermundistas no sólo es porque alguien dijo que somos pobres cuando no lo somos, sino por ser cortos de pensamientos e ideales.

México igualmente está encasillado en esa lista de países que son gobernados por personas que a sabiendas de que son ladrones, son colocados en la silla, por una sociedad acostumbrada a ser golpeada. En otras palabras, el país es como la mujer que se ha casado con un hombre violento que la vulnerará bajo conocimiento.

Top Five, la gran presea que nuestra patria atesora con tanto celo. Es el Oscar para un país que se torna débil ante una corrupción alimentada por su propia gente. Adieu.

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