“Adiós a las diosas”
Con la llegada del cristianismo a la península itálica y del mismo grupo de conquistadores espirituales a América, las diosas que habían gobernado las decisiones de los hombres fueron despareciendo como el rocío. De un tiempo a otro, el Ponto quedó desabastecido de verdaderas diosas inspiradoras como las musas Calíope, Euterpe, Clío y las demás. Del mismo modo Afrodita, Minerva, Anfitrite y todas las diosas del olimpo fueron expulsadas de las conciencias. Quizá sea una exageración la comparación, pero con la llegada de los nuevos directores de cine empeñados en trabajar más la belleza que el talento, las verdaderas diosas del espectáculo y que en otro tiempo lo fueron también de una belleza voluptuosa fueron despareciendo de los escenarios. México es un país rico en diosas del espectáculo. De siempre nuestra generación ha estado orgullosa de haber poseído en territorio nacional grandes celebridades del cine nacional que no sólo despuntaron y brillaron en territorio azteca, también lo hicieron en el extranjero. Dolores del Río, de una belleza sublime y acciones actorales inigualables es un ejemplo claro de ello. María Félix, de quien se hablaba que tenía cierta rivalidad con la antes mencionada, igualmente poseía un talento nato para la actuación. La belleza de una como de la otra era tan natural y alejada de artificios estéticos que fueron consideradas por décadas como las grandes divas nacionales. Lo cierto fue que nunca necesitamos de actrices prestadas del extranjero, con ambas mujeres teníamos y si se requería más, había un montón más que ya brillaban con luz propia. Y no me bastaría una hoja en blanco para citarlas. Me atrevo a hablar de Silvia Pinal. Miroslava, María Victoria y claro, Irma Serrano.
Cuando Ninón Sevilla abrió la puerta, encontró a la hermosa Miroslava tendida en la cama y sin signos de vida. Corría el año de 1955 y las razones de su muerte fueron muy diversas. Algunos hablaron de que Luis Miguel Dominguín, a quien ella mucho amaba, se había casado unos días antes y por otro lado, igual se dijo que el rechazo de Mario Moreno, también llamado artísticamente “Cantinflas” se había negado a divorciarse para casarse con ella. Abatida y sin deseos de nada había caído en una terrible depresión de la que no pudo y ni quiso salir. México le lloró a la diva de Checoslovaquia nacionalizada mexicana y que tan solo tenía 29 años.
Si bien es cierto que la muerte de las divas ha dejado heridas muy profundas en el corazón de los mexicanos, lo es mucho más doloroso cuando estos fallecimientos son causados o provocados por el mismo ser humano. Uno de los escándalos más grandes y que mucho tiene que ver con las grandes mujeres del cine de oro mexicano, sin duda es aquel en el que, inconformes con la muerte de María Félix, mandaron exhumar su cuerpo para un nuevo análisis. No faltó quien le tomara una imagen a la mujer proyectando al mundo un rostro consumido por el deterioro bajo tierra.
¡Adiós, Elena Tejero!, escribió el productor Federico Wilkins al enterarse de la muerte de la gran Ninón Sevilla a sus 93 años. Tejero era el apellido de Elena, personaje a la que ella, Ninón, diera vida en la obra “Aventurera”, que la había catapultado en el mundo del espectáculo por su manera de bailar, cosa muy natural de su parte al tener orígenes cubanos.
La muerte de Irma Serrano nos aturdió como igual nos aturdió la muerte de María Félix en su momento. Ochenta y nueve años de una vida intensa entre los reflectores y la polémica. Sin duda alguna nuestro país es territorio de divas y con todo y que el término lo utilizaría en la hermosa época del cine mexicano, en la actualidad existen algunas mujeres a las que se les ha colgado el título y algunas sin merecerlo o hacerle el honor.
En la actualidad las mujeres se han desempeñado también en distintos ámbitos que el ser llamadas divas ha dejado de ser un simple título otorgado mujeres que visten hermosas. Hoy en día las mujeres tienen ese talento para ser grandes en sus capacidades intelectuales y laborales que el término divas suele quedarle mucho más a la medida. Y es que mientras que muchos dicen que la pérdida de divas es como verdaderas mujeres en extinción, la realidad es que mujeres con potencial hay muchas. La potencialidad femenina amenaza e mucho al de los varones. Cuesta trabajo aceptar algo así cuando por siglos el sexo masculino se ha llevado las palmas en todos los aspectos. Ser opacados no es sencillo.
Las divas del cine nacional y las divas del hogar, hoy siguen dando de qué hablar; y mientras unas salen en programas de televisión, proyecciones cinematográficas, otras simplemente viven el día a día en una lucha constante por aprobarse a sí mismas como mujeres, cristalizar sus sueños y vencer en nombre de todas a aquellas alas que en el pasado nunca se les dejó ser simplemente divas de su propia vida. Adieu.
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