En una biblioteca se pueden encontrar libros para leer en la escuela o en casa; para compartir con los amigos o para disfrutar en soledad; algunos con temas tristes y otros sumamente divertidos.
Cada uno de estos libros brinda un boleto directo a un mundo lleno de imaginación, donde la intriga, la felicidad, el llanto, la compasión harán de cada página una aventura única.
Afortunadamente en la ciudad contamos con varias bibliotecas dispersas a lo largo y ancho de la localidad, un ejemplo de ellas es la Estación Palabra Gabriel García Márquez que cuenta con una sala de acervo con más de seis mil títulos y una colección de publicaciones locales.
Este recinto, dedicado al ganador en 1982 del Premio Nobel de Literatura, recibe diariamente a personas de todas las edades con el objetivo de tomar unos minutos de su tiempo para olvidarse de los problemas que trae consigo cada día.
Hay quienes dicen que leyendo un poco de “Doce cuentos peregrinos”, obra total y completa, constituida a partir de elementos con particularidad e identidad propia, logran quitarle lo cotidiano a los días.
Y ¿Cómo perder la oportunidad de leer “Cien años de soledad”?, esta novela del escritor colombiano Gabriel García Márquez, es considerada una obra maestra de la literatura hispanoamericana y universal, así como una de las obras más traducidas y leídas en español.
Bien lo dijo García Márquez, “No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad”, esta frase no es más que una invitación a ser felices y que mayor felicidad que una tarde dentro de una biblioteca.