CHIPRE.- El líder religioso Morphou Neophytos, de Chipre, señaló que la práctica de sexo anal por parte de las mujeres embarazadas provocaría que el feto fuera gay.
Considera que esta actividad de disfrute favorecería a que el “problema” se contagie al no nacido.
Durante su discurso en una escuela en la localidad de Akaki, dijo:
Cuando a la madre le gusta eso, nace un deseo, y luego ese deseo se transmite al niño”.
El obispo cristiano ortodoxo fue criticado duramente en redes sociales además de que el grupo Accept, defensor de la comunidad LGBT en Chipre repudió sus afirmaciones.
De igual forma internautas debaten al líder religioso sobre si tiene algún tipo de justificación similar a lo que ocurre en el caso de las lesbianas.
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