INGLATERRA.- Kate Middleton y el príncipe William decidieron pasar la celebración del domingo de Pascua en casa y alejados del ojo público, en contraste con la aparición pública que tuvo el rey Carlos III, quien presidió el servicio religioso llevado a cabo en la capilla de San Jorge en el castillo de Windsor.
De buen ánimo y acompañado por su esposa, la reina Camila, Carlos III acudió a la celebración religiosa del domingo de resurrección y se dio tiempo de saludar, primero de lejos y más tarde de mano, a algunos de los súbditos que se dieron cita en el lugar para ver de cerca al monarca, quien se encuentra –al igual que su nuera, la princesa de Gales– en tratamiento por el diagnóstico de cáncer que recibió hace unas semanas.
Por su parte, Kate Middleton, quien apareció hace unos días en un video para poner un alto a las especulaciones y disparatadas teorías alrededor de su estado de salud, para aceptar que tiene cáncer y que está recibiendo quimioterapia optó por permanecer junto a su esposo, el príncipe William, y sus hijos, los príncipes George, Charlotte y Louis, quienes están al tanto de la complicada situación que vive su mamá, pero están conscientes de que está recibiendo tratamiento para atender su diagnóstico de la mejor manera.
El domingo de Pascua fue la fecha que el palacio de Kensington marcó originalmente como el momento en que Kate Middleton, princesa de Gales, volvería a retomar sus actividades públicas, luego de que a mediados de enero se anunció, de forma sorpresiva, que iba a ser hospitalizada para recibir una operación abdominal programada.
Sin embargo, tras aceptar que tiene cáncer –luego de que las primeras versiones de voceros de Kensington habían descartado este escenario– este 31 de marzo, a poco más de una semana de informar al público que sí fue diagnosticada con cáncer, aunque sin precisar de qué tipo, Kate, William y sus hijos fueron los grandes ausentes en la celebración del domingo de Pascua, al que asistieron Carlos III, Camila y otros miembros de la Familia Real británica.
Esta ausencia resuena con parte del mensaje en video que dio a conocer Kate en las redes sociales de los príncipes de Gales, en el que especificó: “Esperamos que comprendan que, como familia, ahora necesitamos algo de tiempo, espacio y privacidad mientras termino mi tratamiento”.
En otras palabras, lo que parecía una cuenta regresiva para el gran regreso a escena de Kate Middleton se convierte ahora en un compás de espera del que quizá sólo el equipo médico a cargo de la salud de la esposa del futuro rey de Inglaterra tenga, más o menos, una idea sobre cuánto podrá prolongarse, antes de que ésta de verdad pueda retomar su vida cotidiana, como hasta hace unos meses la había llevado, siempre ocupada en atender los actos de las organizaciones e instituciones de las que, junto con William, encabezan los patronatos.
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