LONDRES.- Mientras Kate Middleton sigue en el ojo del huracán y miles de personas se preguntan dónde está creando decenas de especulaciones que solo han sido alimentadas por las redes sociales ante sus esporádicas apariciones en las que se comprueba que se encuentra sana y feliz, ahora el hospital donde fue sometida a una cirugía abdominal está investigando a su personal médico.
Y es que, de acuerdo con medios ingleses, los registros médicos de la futura reina fueron violados por las personas que trabajan en la Clínica de Londres, donde la princesa fue atendida, pues los primeros reportes indican que al menos un integrante del personal supuestamente intentó acceder a información de salud de Kate durante su estancia en el hospital.
“Esta es una violación de seguridad importante e increíblemente perjudicial para el hospital, dada su reputación intachable de tratar a miembros de la Familia Real”, dijo una fuente al periódico británico The Mirror.
El medio agregó que fue el propio hospital quien se puso en contacto con el Palacio de Kensington justo después de que las autoridades del lugar se percataran de la posible falta y manifestó su preocupación por garantizar que todos sus pacientes, sin importar su estado, merecen total privacidad y confidencialidad con respecto a su información médica.
En tanto,el director ejecutivo de la Clínica de Londres ha dicho que “se tomarán todas las medidas de investigación, reglamentarias y disciplinarias apropiadas”.
“No hay lugar en nuestro hospital para aquellos que intencionalmente violan la confianza de cualquiera de nuestros pacientes o colegas”, enfatizó.
Las nuevas acusaciones ocurren en medio de la polémica que rodea a la familia real sobre la salud de Middleton después de que fue dada de alta del hospital en enero pasado y tras una serie de especulaciones y teorías conspirativas que han puesto a la princesa en el ojo del huracán.
Esta no es la primera vez que se expone la información médica confidencial de Kate, pues en 2012, una enfermera fue engañada por dos locutores de radio que aseguraron ser la reina Isabel y el príncipe Carlos por lo que los contactó con un colega en el hospital Edward VII que divulgó información sobre el tratamiento de Middleton durante las náuseas matutinas extremas en su embarazo.
La polémica que se genero entonces llevó a la mujer a cometer suicido en diciembre de 2012, tres días después de responder a la llamada telefónica.
La Clínica Londres existe desde hace casi 100 años y ha atendido a la realeza y a altos funcionarios de Inglaterra, como el príncipe Felipe y al primer ministro británico Anthony Eden, así como a la actriz Elizabeth Taylor y al presidente estadounidense John F. Kennedy.
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