CIUDAD VICTORIA, TAM- Entre los meses de julio y agosto el problema de la sequía incrementó en el estado de Tamaulipas, afectando actualmente al 95% del territorio.
El Monitor de Sequía en México, dependiente de la Comisión Nacional del Agua, informó que durante el mes de agosto se agudizó este problema que ha sido permanente durante los últimos tres años, afectando al sector agrícola y ganadero de la entidad.
De acuerdo a los datos del Monitor de Sequía en México durante el mes de julio 86 por ciento del territorio tamaulipeco tenía problemas de sequía y este número aumentó durante el mes de agosto, al cubrir está fase del estiaje, un 95 por ciento de la superficie estatal.
El MSM mide la sequía de acuerdo a su intensidad y con base en la información disponible, estableció que concluido el mes de agosto son 2 municipios con un panorama anormalmente seco, 18 los municipios con sequía moderada, 22 los que muestran sequía severa y 1 con sequía de extrema.
El dato es alarmante, sobre todo si se toma en cuenta que durante el mes de julio solamente 12 municipios mostraban sequía severa y ahora ese mismo panorama se ha extendido a 22, es decir, más del 50 por ciento de la superficie estatal se encuentra en esta condición.
Los municipios que están sufriendo está condición de sequía severa se encuentran mayormente en la franja fronteriza afectando desde Nuevo Laredo hasta Matamoros, en el sur dañando a El Mante, Antiguo Morelos, Nuevo Morelos y Ocampo, además de la zona sureste en los municipios de Altamira y Aldama.
La Secretaría de Agricultura, afirmó que el panorama de sequía es severo y ha impedido la siembra de al menos del 70 por ciento de la superficie agrícola que se tenía programada para el ciclo primavera-verano, en la zona de El Mante y los municipios de la región.
Este mismo fenómeno ha provocado durante los últimos dos años pérdidas importantes en el sector cañero, al grado de reducir los rendimientos de campo y por ende los de fábrica.
La propia SADER, afirmó que la esperanza del sector agrícola y ganadero está puesta en el mes de septiembre, en dónde se espera se presenten precipitaciones importantes que permitan el avance del ciclo primavera-verano o por lo menos iniciar la preparación para el llamado ciclo intermedio.
La falta de lluvias, ya causó el siniestro de más de 200 hectáreas de cultivos que se sembraron en el mes de mayo, ante la falta de lluvias luego de algunas que cayeron y permitieron las siembras.
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