CHICAGO – A menudo, Byron Buxton se ha visto involucrado en hazañas del beisbol tan extraordinarias que estas dejan a todo mundo asombrado, entones, por supuesto, el patrullero sería el indicado para comenzar una jugada que posiblemente sea la primera en su clase.
Durante la séptima entrada del partido entre los Twins y los White Sox en el Guaranteed Rate Field, Buxton correteó y fildeó un elevado profundo hacia la barda del jardín derecho-central y devolvió la bola al cuadro interior, donde el tercera base colombiano Gio Urshela puso fuera de circulación a un par de distraídos corredores de Chicago para completar la primera triple matanza 8-5 de la cual se tenga récord en Grandes Ligas, de acuerdo con la base de datos de SABR, que rastrea cada triple play desde 1876.
Se trató del 16to triple play en la historia de los Twins, y el segundo que involucra a solamente dos jugadores, uniéndose a otra triple jugada que ocurrió el 25 de julio de 1976, también en contra de los White Sox.
Con el corredor más adelantado Gavin Sheets en la intermedia y el cubano Yoán Moncada corriendo detrás de él en la inicial, el patrullero izquierdo de los White Sox, AJ Pollock, bateó un elevado profundo hacia el right-center en contra del relevista de los Twins, Griffin Jax. Buxton cubrió 87 pies para degollar el batazo justo frente a la cerca.
Buxton inmediatamente regresó la pelota al infield, donde tanto Sheets como Moncada se habían detenido antes de bajar sus cabezas y correr a todo motor, evidentemente sin darse cuenta de que la bola había caído en el guante de Buxton.
Aunque el tiro de Buxton no fue directo al cortador, la bola botó varias veces hasta llegar al guante de Urshela mientras el colombiano estaba parado a medio camino entre la segunda y tercera bases, quedando en la posición perfecta para consumar el triple play. Moncada estaba directamente frente a él, lo tocó fácilmente para el segundo out, y Urshela corrió para pisar la segunda base y asegurar el tercer out de la entrada, con Sheets mirando de forma impotente desde la antesala.
Tras una breve confusión, los Twins regresaron a la cueva, habiendo neutralizado el ataque de los White Sox a solamente una carrera, que en ese momento empataba el juego, 2-2.
Al final Minnesota terminó llevándose el encuentro por 6-3 en 10 entradas.
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