CIUDAD DE MÉXICO.-Erick Francisco confesó ante las autoridades que al momento de asesinar a Ingrid, su hijo de Rodolfo 14 años de edad y quien es autista, se encontraba en ese momento en su casa, por lo que presenció cuando el hombre desolló a su pareja.
Erick después de habar asesinado a la mujer, llamó a la madre del adolescente, quien fue testigo del crimen, para que fuera por él a la Alcaldía Gustavo A. Madero, pues le confesó que había matado a Ingrid.
Ante la mirada del menor, Erick Francisco apuñaló a Ingrid, la desolló y arrojó parte de sus órganos al drenaje.
La del sábado por la noche no era la primera pelea entre el feminicida y la víctima. En el edificio de la colonia Vallejo en donde él vivía, se sabía que el hombre de 46 años solía agredir con insultos y golpes a la mujer de 25 años.
Pero esa noche, la violencia llegó al límite. Fue el reclamo de la mujer, lo que detonó su enojo, según dijo el agresor. Y es que durante la tarde, él eligió a un grupo de desconocidos para tomar alcohol en la calle. Ahí, frente al edificio de la calle Tamagno donde vivía permaneció hasta casi las 10 de la noche.
Al terminar, regresó al departamento donde encontró el reclamo de la mujer porque había estado tomando, dijo también que ella amenazó con matarlo y tomó un cuchillo de la cocina con el que lo hirió, al momento que él le decía:
“Pues mátame de una vez´, veo que saca el cuchillo y le digo, ´de una vez´ (…), fue cuando primero como que lo enterró y le digo ´dale más fuerte de una vez´ y luego me pegó como dos veces más”, refirió el agresor.
“Si tú no me matas, yo sí te voy a matar”, le gritó Ingrid, y le arrebató el arma al mismo tiempo que le clavó el cuchillo directo en el cuello en dos ocasiones.
El ataque no terminó ahí. Él utilizó ese cuchillo para retirar la carne del cadáver, y arrancar los órganos. Cuando Erick se dio cuenta de la gravedad de lo que había hecho, quiso esconder toda evidencia tirando algunas partes por el caño, y la piel la tiró en una colonia cercana al lugar.
Usó herramientas para quitar el inodoro y tratar de arrojar los órganos por el tubo del drenaje. En el ducto no encontró suficiente espacio. Por eso envolvió el resto de los órganos en una bolsa de tela verde y los abandonó en calles aledañas al lugar del homicidio.
Al hombre no le importó que el menor de los tres hijos que tuvo en su primer matrimonio, fuera testigo del crimen. Él, un adolescente con autismo, se encontraba en el departamento donde la policía halló el cadáver desollado.
El asesino hizo una llamada a su expareja, con quien procreó otros dos hijos y que vive cerca del lugar de la agresión, en la que le dijo que tenía que ir a recoger al menor de sus hijos porque acababa de matar a Ingrid. La llamada dejó al descubierto el crimen.
Toda esta información se dio a conocer a través de un video donde el presunto agresor da detalles de la muerte de Ingrid.
Ayer, la hermana de Ingrid acudió al Incifo para reclamar los restos de la joven, originaria de Puebla.
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