Washington.- El martes el Gobierno de Estados Unidos esbozó un plan para abordar la seguridad en la frontera con México. Pese a ser criticado bajo la premisa de que el país no está preparado para el plazo establecido, rechazó tales críticas y continuó con el mismo.
Se planea levantar las restricciones del covid-19 que han bloqueado a solicitantes de asilo y otros migrantes a finales de mayo.
La finalización de las restricciones fue puesta en duda por un tribunal federal y pese a ello, el gobierno demócrata de Joe Biden dijo que continuaban preparándose para un aumento del número de cruces en la frontera entre Estados Unidos y México, superando el anterior, considerado como histórico.
Los republicanos y ciertos demócratas han ido en contra de la decisión de Biden de finalizar antes del 23 de mayo la orden establecida en el Título 42, abogando que se carece todavía de un plan adecuado. El Gobierno refutó que el plan ha estado preparándose desde el año pasado, por otoño, y que muchos elementos presentados ya habían sido anunciados antes.
El plan presentado por el Gobierno de Biden se centra en el aumento de los recursos en la frontera, el aumento del uso de las deportaciones por la vía rápida, el aumento de la capacidad de los grupos de ayuda, la persecución de los contrabandistas y la búsqueda de cooperación regional para hacer frente a los mayores niveles de migración.
Según las cifras, el número de migrantes detenidos en la frontera subió a 1,7 millones el año pasado y se anticipa que crezca, pese a las opiniones de los funcionarios, que dicen que muchos ya son reincidentes.
Las autoridades estadounidenses encontraron un promedio de 7.800 migrandes al día en la frontera que comparte con México solo estas últimas 3 semanas. El promedio entre 2014 y 2019 fue de 1.600.
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