CALIFORNIA.- A Hollywood siempre lo ha envuelto un halo de glamour, lujo y riqueza, pero también un submundo de excesos que ha llevado hasta las profundidades más oscuras a nuestras celebridades favoritas.
El caso más reciente es el de Cara Delevingne, quien logró superar su dependencia al alcohol y las drogas, tal como lo compartió a la revista Vogue, al revelar que de manera voluntaria ingresó a finales del año pasado a un centro de rehabilitación para tratar sus adicciones, luego de que se hicieran públicas unas imágenes donde se le veía en mal estado, intoxicada y desaliñada a las afueras del aeropuerto Van Nuys de Los Ángeles.
“Es desgarrador porque pensé que me estaba divirtiendo. A veces necesitas darte cuenta de la realidad, así que en cierto modo estoy agradecida a esas fotos”, compartió Cara.
Si bien el espectáculo y el modelaje no son los únicos sectores donde se dan con frecuencia los casos de adicciones, sí son los que las hacen más visibles y de los que más se habla. Por ello, hoy dedicamos este espacio a las estrellas que han superado de manera exitosa su dependencia al alcohol, las drogas, cualquier sustancia o por problemas mentales, gracias a una oportuna rehabilitación.
Mary-Kate Olsen
En 2004, con 17 años, una de las gemelas Olsen fue ingresada a una clínica para tratar el problema de anorexia nerviosa que sufría desde su adolescencia y que, como todo enfermo, la actriz y empresaria negaba padecer. Tiempo después se supo que tanto ella como su hermana Ashley fueron ingresadas a otro centro de ayuda, para tratar su adicción a las drogas y al alcohol.
Para 2007, Mary-Kate fue ingresada a un hospital por problemas en los riñones, a causa de sus problemas de anorexia, aunque sus representantes negaron una recaída, confirmaron que sólo se trataba de una infección. Después la propia Mary Kate confirmó, a los 21 años que sí padeció anorexia, pues tenía complejos con su imagen y físico, al grado de negarse a usar traje de baño, pues no le gustaba cómo se veía frente al espejo. Actualmente, Mary Kate y Ashley son unas reconocidas empresarias en el mundo del diseño de modas.
Demi Moore
En la década de los 80, Demi Moore ingresó a una clínica de rehabilitación para tratar su adicción a las drogas y al alcohol, los cuales llegaron a su vida desde muy joven, luego de haber sufrido el trauma de una violación. Para esa época, ya estaba casada con Bruce Willis y habían formado una familia con sus tres hijas.
Pasaron dos décadas y se mantuvo en sobriedad y sin consumir drogas, pero fue hasta que se divorció de Bruce y comenzó a salir con Ashton Kutcher que las adicciones volvieron llegando al punto de provocarle casi la muerte, pues la actriz retomó el consumo de drogas como la cocaína, que combinaba con el alcohol. Fue hasta que volvió a ingresar a rehabilitación por consejo de su exmarido Bruce Willis, que nuevamente le hizo frente a sus adicciones y a sus problemas alimenticios.
Durante su estancia en Cirque Lodge, ubicado en Sundance, Utah, la actriz de Ghost se mantuvo aislada como parte del programa y sólo convivía con el resto de los pacientes en algunas terapias grupales. Además, se trató de algunos problemas mentales, como su obsesión a verse siempre joven. Desde entonces, se encuentra, otra vez, en sobriedad y fuera de su dependencia a las sustancias.
Bradley Cooper
Desde antes de que saltara a la fama, Bradley Cooper ya lidiaba con su adicción a la cocaína. Relatado por él mismo al podcast Smartless, en sus inicios compartió departamento con su colega Will Arnett, quien le abrió los ojos sobre su comportamiento y lo destructivo que llegaba a ser cuando se encontraba bajo los efectos de la droga.
Otro motivo que lo ayudó a dejar las drogas y el alcohol fue el nacimiento de su hija Lea, fruto de la relación que mantuvo junto a la modelo Irina Shayk. Desde que abandonó sus adicciones, Bradley se ha convertido en una especie de ángel guardián para sus amigos, tal como quedó revelado en voz de Brad Pitt, quien comentó que Cooper le había ayudado durante su rehabilitación. Lo mismo sucedió con Ben Affleck, quien en una entrevista al programa Good Morning America le agradeció estar con él durante ese difícil proceso.
Daniel Radcliffe
En 2014, a la edad de 24 años, decidió entrar voluntariamente a rehabilitación para tratar su adicción al tabaco, esto, durante el receso del montaje de la obra The Cripple of Inishmaan, de la cual era protagonista en Broadway.
Su adicción ya era severa e inició a temprana edad. De acuerdo con un miembro de la producción de Harry Potter, durante las filmaciones de las películas, el actor llegaba a fumar hasta una cajetilla diaria. Además, su dependencia al tabaco lo volvió intransigente, ya que solicitaba le enviaran desde Inglaterra cajetillas de la marca Golden Virginia, pues a Radcliffe no le gustaban los de Estados Unidos.
Durante su estancia de rehabilitación para dejar el cigarro, Daniel fue sometido a terapia que incluía tratamientos herbales, una dieta especializada y la práctica de ejercicio, para hacerlo dejar ese mal hábito. Tres años antes a este ingreso, en 2011, Daniel ya había acudido a los profesionales para tratar, con mucho éxito, su adicción al alcoholismo, de la cual hasta la fecha no ha recaído.
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