NUEVO LAREDO.- Poco más de 100 habitantes de Nuevo Laredo podrían padecer Parkinson, esto de acuerdo a las estadísticas sobre entre 25 y 35 de cada 100 mil habitantes padecen la enfermedad, la cual con los avances de la ciencia ha logrado una mejoría en su tratamiento.

En este tema el médico neurólogo Martín Mireles explicó en entrevista que los principales síntomas de padecer Parkinson son temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara así como rigidez en los brazos, piernas y el tronco del cuerpo, además de la lentitud de los movimientos, problemas de equilibrio y coordinación.

Este padecimiento es un tipo de trastorno del movimiento, ocurre cuando las células nerviosas (neuronas) no producen suficiente cantidad de una sustancia química importante en el cerebro conocida como dopamina, en algunos casos son genéticos pero la mayoría no parece darse entre miembros de una misma familia.

Los síntomas comienzan lentamente, en general, en un lado del cuerpo, luego afectan ambos lados, hasta pasar varias etapas el paciente llega a quedar postrado en cama ante un dolor por no poder sostenerse de pie ni caminar.

“No existe una epidemia, pandemia ni tampoco es emergencia médica, estamos viviendo lo que viven todas las ciudades, es un síndrome complejo donde se unen varias enfermedades y componen el padecimiento, en el marco del día del Parkinson se hizo una conferencia sobre esta enfermedad donde asistieron pacientes donde se habló de los tratamientos y rehabilitación” dijo el neurólogo.

Regularmente las personas que padecen la enfermedad son después de los 60 años, aunque hay casos que se presentan desde los 40, en menor medida pero que sí existen son edades desde los 20 y 30 años, como muy jóvenes, casos que podrían estar asociados a la herencia genética.

Desde 1997 la Organización Mundial de la Salud estableció el 11 de abril como el Día mundial del Parkinson, con la intención de concientizar sobre las necesidades de los pacientes y se estableció la fecha ya que corresponde al nacimiento de James Parkinson, médico británico que describió por primera vez la parálisis agitante, término que él mismo acuñó.