CD. DE MÉXICO.- Los ruidos molestos se han convertido en una de las principales fuentes de conflicto entre vecinos, afectando la convivencia y la calidad de vida en comunidades. Desde música a volumen alto hasta el ruido constante de obras de remodelación, estos sonidos pueden generar tensiones y descontento.
Las quejas por ruidos excesivos no solo afectan las relaciones interpersonales, sino que también pueden tener un impacto negativo en la salud mental y el bienestar de los residentes, creando un ambiente hostil que deteriora la armonía comunitaria. La falta de consideración por el espacio sonoro compartido resalta la necesidad de un diálogo más abierto y efectivo entre los vecinos. En esta nota te contamos una posible solución para este problema.
PANELES ACÚSTICOS
Una solución efectiva para mitigar los conflictos generados por el ruido es la instalación de paneles acústicos que ayuden a aislar el sonido. Estos paneles, que pueden ser de diversos materiales y diseños, se instalan en las paredes y techos, absorbiendo las ondas sonoras y reduciendo la transmisión del ruido entre las unidades habitacionales.
Además de su funcionalidad, los paneles acústicos pueden contribuir a la estética de los espacios, ofreciendo una opción práctica y visualmente atractiva para quienes buscan mejorar la privacidad sonora en sus hogares. Implementar este tipo de soluciones no solo favorece el bienestar individual, sino que también promueve una convivencia más armónica entre los vecinos.
PÁNELES A PARTIR DE RESIDUOS TEXTILES
Los pÁneles acústicos Sorbet, diseñados por Sze Yek, una joven estudiante australiana, se destacan por su fabricación a partir de residuos textiles domésticos triturados. Este innovador proyecto ha sido reconocido como uno de los 20 mejores en la edición 2024 de los prestigiosos premios James Dyson Award, que también ha presentado a Aria, un dispositivo creado por un grupo de cinco jóvenes españoles que facilita el tratamiento de la apnea del sueño en el hogar.
Los páneles Sorbet ofrecen una solución original a dos problemas importantes: el ruido generado por los vecinos y la gestión de residuos textiles. A diferencia de las placas convencionales, que suelen ser difíciles de reciclar, estos paneles representan una alternativa sostenible. Están elaborados con material duradero y fácilmente reciclable que promueve la reutilización, además de contribuir a la salud física y mental de los usuarios al minimizar la contaminación acústica. Su creadora señala que también ayudan a generar conciencia sobre los hábitos de consumo.
Aunque los paneles acústicos no son novedad, ya que se utilizan desde hace tiempo para mejorar el aislamiento sonoro en interiores y reducir el ruido, suelen estar fabricados con materiales como poliuretano, copopren, fieltro o poliestireno, que buscan disminuir la reverberación y el eco en las habitaciones. Generalmente, se colocan en puntos estratégicos de un espacio para atenuar el sonido.
Lo distintivo de Sorbet es que estos paneles se producen a partir de residuos textiles triturados, unidos con un adhesivo de almidón. Sze Yek explica que su proceso de diseño comenzó con una investigación sobre los desechos textiles y otros residuos en el hogar. Al enfrentar dificultades para obtener grandes volúmenes de desechos orgánicos y papel, debido a las políticas de reciclaje y la seguridad de la información en entornos comerciales, decidió centrarse en los residuos textiles.
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