Las reglas que componen el estricto protocolo de la realeza inglesa no sólo aplican para sus miembros, también debe ser conocido por quienes desean interactuar con ellos de forma diplomática. Luego de su visita a Reino Unido el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio muestras claras de no haber estudiado las reglas más básicas de etiqueta real.
El polémico mandatario estadounidense puso a prueba la paciencia de la Reina Isabel II en varias ocasiones durante su encuentro. Estos fueron los principales errores y desaires que Trump le hizo a la soberana inglesa:
#1 La hizo esperar más de 10 minutos
El Castillo de Windsor como punto de reunión estaba listo, los acompañantes y la seguridad real estaban en sus lugares y la soberana inglesa miraba impaciente el reloj debido a que no había rastros del Presidente Trump ni de su esposa Melania.
Un total de 15 minutos fueron los que Isabel II de 92 años tuvo que esperar a su invitado. Ya es bastante frustrante para cualquier mortal esperar a un amigo en ese lapso, ¿no lo crees?
Hacer esperar a cualquier persona es de pésima educación, pero con la reina se considera aún más grave ya que su agenda es cuidadosamente monitoreada y tiene tiempos muy marcados en cada uno de sus pendientes.
#2 Le dio un “cálido” apretón de manos
Citando a Hugo Vickers y Paul Burnell —expertos en etiqueta real inglesa— bajo ninguna circunstancia se le debe ofrecer un apretón de manos a la reina, a menos que ella extienda su mano primero.
En cambio es preferible hacerle una reverencia y esperar a que ella la devuelva u ofrezca un modo de saludo alternativo. El contacto y el espacio personal son temas muy delicados para la mandataria de Reino Unido, que lleve guantes no es por simple estilo.
Ya que hablamos de apretón de manos, está de más decir que los abrazos, los besitos al aire o cualquier otro saludo más “familiar” están completamente descartados.
#3 Le dio la espalda en varias ocasiones
Darle la espalda a la reina es restarle importancia a su hospitalidad como anfitriona. De acuerdo a Burnell —quien también es ex mayordomo de la familia real— esto se interpreta como un gesto apresurado y de mal gusto, da la impresión de querer sentarse cuanto antes y no tener interés en lo que la reina piense.
#4 Apresuró el paso dejándola atrás
Durante todas las visitas a la reina ella debe fungir como guía ante su invitado ya que ella misma sabe la ruta predeterminada antes de sentarse a negociar o tomar el té. Nadie debe estar por delante de ella.
Nuevamente al caminar Trump la dejó atrás y le sacó un gesto de desaprobación a su acompañante. El mandatario estadounidense trató de remediarlo más tarde pero la mala impresión ya estaba dada.
#5 Se puso del lado de la Guardia
Aunque esto no es algo establecido del todo, se recomienda que sea la Reina la que quede del lado de la Guardia Inglesa por su propia seguridad. Llegó un momento en que la Reina Isabel quiso rodear al confundido Trump para tomar el lugar que le correspondía, pero “gentilmente” lo dejó del lado de la escolta.
Las reacciones en Internet se resumieron en un consejo para Donald Trump a través de una conocida frase: “A donde fueres haz lo que vieres”, y si es con la reina, conviene siempre una leída a las reglas de protocolo básicas para no terminar en un sketch tipo Mr. Bean.
Tratar con respeto a la reina Isabel va más allá de su posición, ya que cualquier gesto bondadoso o grosero hacia ella es tomado como personal por la gran mayoría del pueblo al que representa.
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