Primero fueron trabajadores como los cajeros de supermercados o los obreros de las cadenas de montaje los que vieron como la automatización les quitaban puestos de trabajo.
Pero el desarrollo de la robótica y la inteligencia artificial cada vez amenaza más profesiones, incluyendo muchas de las típicamente consideradas “de cuello blanco”.
De hecho, según un estudio de la Universidad de Oxford, en países como Estados Unidos esta tendencia ya amenaza a aproximadamente el 47% de toda la fuerza laboral.
Y, aplicando la metodología desarrollada por Carl Benedikt Frey y Michael Osborne, del Programa Oxford Martin sobre Tecnología y Empleo, el Banco Mundial estimó que el porcentaje es todavía mayor en países como Argentina (65%), India (69%) y China (77%).
El que un puesto de trabajo esté bajo amenaza, sin embargo, no necesariamente significa que será automatizado.
Efectivamente, como se puede observar en la siguiente tabla, más del 60% de los puestos de trabajo en los países latinoamericanos analizados por el Banco Mundial son, en principio, susceptibles de automatización.
Pero, en mucho de esos países, el proceso se moderará debido a que los bajos salarios harían la inversión en tecnología menos rentable por ello su adopción sería más lenta.
Pero, más allá de eso, ¿es tu profesión una de las que está en mayor riesgo?
Las ocupaciones menos “computarizables”
Para saberlo, un buen punto de partida es identificar a aquellos trabajos que no son tan fácilmente replicables por las máquinas.
Y, según Frey y Osborne, la originalidad y la inteligencia social son las dos facultades humanas más difíciles de automatizar.
Por ello no debe sorprender que las profesiones menos amenazadas por la computarización sean aquellas que demandan una combinación de estas habilidades.
“La mayoría de los puestos administrativos, negocios y financias en los que abundan las tareas generalistas que requieren inteligencia social están por lo general confinados a la categoría de bajo riesgo”, explican los investigadores en su reporte original “El futuro del empleo”.
“Y lo mismo ocurre con la mayoría de ocupaciones en el sector salud, educación, el arte y los medios de comunicación”, se lee en el informe.
Con ocupaciones como terapeutas ocupacionales, doctores, cirujanos, nutricionistas, dentistas, podiatras y psicólogos, el sector salud domina la lista de aquellas con un factor de riesgo de nada más el 1% o menos.
Esto ciertamente parece lógico en un contexto en el que los avances tecnológicos también están extendiendo la esperanza de vida.
Los científicos e ingenieros también parecen bastante protegidos por los altos niveles de inteligencia creativa requeridos para sus tareas.
Lo que sorprende son datos arrojados en el análisis de países como Reino Unido, en los cuales ocupaciones de la clase media clasificaron como de riesgo “medio” de extinción de aquí a 2025.
Se trata de profesionales como jueces y magistrados (40%), economistas (43%), historiadores (44%), programadores (48%), pilotos comerciales (55%) y asesores financieros (58% de riesgo).
Las más amenazadas
Los investigadores de Oxford anticipan que la mayor parte de las personas que trabajan en transporte y logística eventualmente serán remplazados por la tecnología.
Y lo mismo pasará con los empleados dedicados a trabajos de apoyo administrativo y la mano de obra productiva del sector manufacturero.
Otro dato sorprendente es que numerosos trabajadores “de cuello blanco” también están amenazados.
Efectivamente, según Frey y Osborne, “un porcentaje sustancial de los empleos en servicios, ventas y construcción exhibe altas probabilidades de computarización”.
Para explicar esto, los investigadores hacen notar que el mercado de los robots domésticos ya está creciendo un 20% anualmente.
“En la medida en que la ventaja comparativa de la movilidad y desteridad humana se vaya reduciendo, el ritmo de sustitución de mano de obra en las ocupaciones de servicio irá creciendo”, afirman en el informe.
Y también destacan que muchas de las tareas vinculadas a ventas -como las que desarrollan cajeros, dependientes y vendedores telefónicos- que en realidad no requieren de niveles elevados de inteligencia social.
Los profesores de Oxford, que en total analizaron las posibilidades de más de 700 ocupaciones, reconocen sin embargo las dificultades de predecir el futuro.
“El alcance y el ritmo de la computarización dependerá de numerosos otros factores”, subrayan.
Pero su estudio sugiere unas tendencias que quizás vale la pena tener en tomar en cuenta a la hora de decidir tu próximo paso.
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