Dormir en otra cama significa no dormir.
Seguramente más de una vez has tenido que dormir en una cama que no es tuya, lo que ha resultado en una noche de mal sueño porque dormir en una cama desconocida a menudo significa no dormir en absoluto.
A este fenómeno se le conoce como el “efecto de la primera noche”, y es cuando sólo la mitad del cerebro entra en modo de reposo en un ambiente poco familiar, según un estudio publicado la semana pasada. Para descubrir esto, los investigadores estudiaron los escáneres cerebrales de 35 estudiantes de la Universidad Brown, que pisaron los terrenos desconocidos de un laboratorio del sueño.
Los escáneres cerebrales mostraron patrones de actividad de ondas lentas, que se asocian con el sueño profundo en el lado derecho del cerebro, mientras que el hemisferio izquierdo se quedaba despierto para estar en guardia. El lado izquierdo está mejor conectado a ciertas partes del cerebro que podrían ser útiles para “respuestas más rápidas a los factores de riesgo”, según el estudio.
“Cuando estamos durmiendo en un entorno nuevo y no sabemos cuántos depredadores están alrededor, tendría sentido mantener la mitad del cerebro más alerta y más sensible en la noche”, dijo a NPR Niels Rattenborg, líder de la investigación.
Esta disparidad en la actividad de ondas lentas se disipó después de la primera noche.
Los investigadores también realizaron dos experimentos con los estudiantes: En el primero pusieron un “sonido anormal” para ver en qué parte del cerebro respondían los sujetos, y el segundo fue ver si un sonido en el oído derecho o izquierdo despertaría a los estudiantes más rápido. Con ambos experimentos, el lado izquierdo del cerebro ganó, despertando a los sujetos y respondiendo a los estímulos.
El “efecto de la primera noche” es en realidad algo que animales como aves y delfines tienen. Esta suele ser una táctica de supervivencia para que el animal pueda estar al tanto de cualquier depredador.
La respuesta del cerebro es automática y es algo que llega con el desarrollo humano, NPR informó, a pesar de que dormir fuera de casa no es exactamente lo mismo que la naturaleza peligrosa.