ESTADOS UNIDOS.- Una de las reglas no escritas en el mundo de los videojuegos —desde tiempos inmemoriales— es que no se vale voltear a ver el control de tu contrincante. Es por eso que todo mundo anda sacado de onda con el tremendo escándalo que se acaba de desatar en la Final del Mundial de FIFA que se terminó decidiendo en penales.
Resulta que al momento de cobrar los disparos decisivos del torneo, uno de los jugadores se percató de que su control lo estaban pasando en la pantalla gigante. Todos podían saber a dónde estaba apuntando.
Y claro, recordemos que esta no es la reta con tus cuates. En realidad, este era el mayor torneo del videojuego en el mundo y quien ganara este partido decisivo se llevaba 300 mil dólares de premio —equivalente a más de 5 millones de pesos en México.
Como les decíamos, si han jugado FIFA sabrán que si graban el control o lo transmiten en la pantalla —o si el otro jugador se entera a dónde planeas tirar los penales— se trataría de casi una sentencia de muerte: es prácticamente seguro que va a detener todos tus tiros.
Y exactamente eso le sucedió a uno de los jugadores durante los primeros dos penales de la Final del Mundial de FIFA.
Statement for the penalty shootout at the #FeWC
Following the FIFAe World Cup final earlier this evening, FIFAe would like to provide the following clarification and factors that have been considered:
All players have been informed at the start of the FIFAe World Cup 2023 that…
— FIFAe (@FIFAe) July 19, 2023
En resumen: el partido había llegado a los tiros decisivos después de que el jugador australiano Mark11 empatara con el neerlandés ManuBachoore. Con el duelo igualado a 3 goles por bando, era momento de definir el campeonato en penales.
Si no siguen este mundo de competencias digitales, vale la pena decirles que durante la transmisión —al igual que en otros eSports— es común que pasen los controles en la pantalla; así, la gente que lo está siguiendo puede aprender un poco más de cómo juegan los profesionales.
Siempre lo quitan a la hora de los penales, pero ahora no sucedió así.
Antes del primer tiro, el australiano Mark11 levantó la mano y señaló a la pantalla pidiendo a los organizadores del torneo que quitaran su control de la cámara. Lo hicieron después de que fallara sus primeros dos tiros.
De acuerdo con las reglas del Mundial de FIFA, ningún jugador puede poner pausa, así que los penales siguieron sin poder impedir este enredo.
Aunque finalmente sí lo quitaron de la transmisión, los dos penales fallados significaron una ventaja imposible de remontar y Mark11 terminó perdiendo el partido. El neerlandés ManuBachoore se coronó como el nuevo campeón del mundo en FIFA y se embolsó 300 mil dólares.
Por supuesto, después de que el control de Mark11 apareciera en la transmisión, los oficiales del Mundial de FIFA tuvieron que revisar lo sucedido. Después de una denuncia, de un escándalo y de una protesta oficial, los organizadores determinaron que ManuBachoore jamás volteó a la pantalla.
“Después de una revisión de la transmisión, podemos confirmar que ningún jugador recibió una ventaja competitiva ya que solo voltearon a su propia pantalla”, señalaron los organizadores.
Incluso, para darle claridad al asunto, compartieron un video de ManuBachoore sin voltear a los controles de su rival.
Al final del día, este escándalo en la Final del Mundial de FIFA parece que fue más una situación completamente desafortunada que una polémica por una posible trampa. Sin embargo, cuando en el partido decisivo te estás disputando 300 mil dólares en un videojuego… no hay espacio para errores.
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