El precio del sueño llamado ‘Mentiras’

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CD. DE MÉXICO.- Su sueño no fue mentira, pero llevarlo a la pantalla implicó ceder más de lo que podría imaginarse.

José Manuel López Velarde soñó durante años con adaptar “Mentiras, el musical”, la puesta más exitosa de México, con 16 años en cartelera, a un formato audiovisual.

El montaje, estrenado en 2009, narra con humor, drama y nostalgia la historia de cuatro mujeres que descubren que han amado al mismo hombre, al ritmo de los grandes éxitos del pop en español que marcaron al México de los años 80.

Aunque al principio pensaba en una película, eligió la serie como vehículo narrativo, convencido de que ese formato le permitiría contar mejor la historia y llevarla más lejos.

“Levanté el proyecto desde hace unos siete años. Escribí biblias (documentos guía de la historia y personajes), lo trabajé con Luis Gerardo Méndez, presentamos el concepto a distintas plataformas y redacté el piloto”, cuenta el creador.

“Digamos que hasta ese momento yo fui el generador del proyecto, hasta que se decidió que lo escribiera y lo dirigiera alguien más”, detalla, sin reproche, pero con el tono de quien aprendió a soltar.

Llevar ‘Mentiras’ a la pantalla no sólo implicó soltar el timón creativo: también representó un proceso complejo en lo legal, administrativo y emocional para López Velarde.

Para que el proyecto se concretara, el autor firmó un contrato de cesión patrimonial con Amazon Studios, otorgando los derechos para transformar su obra teatral en un producto audiovisual.

El resultado es una serie protagonizada por Belinda, Luis Gerardo Méndez, Regina Blandón, Mariana Treviño y Diana Bovio, que estrena el 13 de junio por Prime Video.

Si bien el Artículo 26 de la Ley Federal del Derecho de Autor establece que, al ceder los derechos de una obra, debe existir un acuerdo económico inicial y puede pactarse una compensación posterior por regalías entre las partes, López Velarde asegura que no recibió más allá de ese primer pago.

“Es un pago único por la sesión de la historia o el libreto, para la adaptación a audiovisuales, y yo ya no recibo más dinero, así le vaya bien o mal, incluso si se hiciera una segunda temporada, un spin-off o lo que sea, ya no dependería de mí, sino de la plataforma que es la dueña”, detalla el director.

En otros casos, como el de Luis Miguel: la serie, se reportó que el cantante habría recibido de Netflix más de 5 millones de dólares por ceder los derechos de su historia para la primera temporada.

López Velarde, en cambio, asegura que su interés nunca fue económico y que, de hecho, obtiene mayores ingresos de la obra teatral.

“Considero que el asunto no es hacer series por hacer series, sino dónde las historias pueden tener el mejor ambiente para vivir y ser contadas con integridad”, afirma.

De esta forma, la adaptación del guion y la dirección recayó en manos de Gabriel Ripstein, aunque José Manuel no quedó fuera del proyecto: trabajó como productor ejecutivo y director artístico.

Respecto a los derechos de las canciones que acompañan esta historia, todas fueron éxitos de los años 80 en voces como las de Yuri, Mijares, Dulce o Daniela Romo. Como no son de su autoría, las regalías se negocian por separado, directamente con los compositores o las editoras que los representan.

“La Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) se encarga de cobrar por cada función del musical en teatro, pero cuando se trata de un medio audiovisual, como una serie o una película, cada canción debe ser autorizada por su propio autor o por su editora, y cada uno pone sus condiciones”, explica López Velarde.

“Muchas de las canciones que están en la obra no pudieron entrar a la serie, por temas de derechos”, aclara.

Esto implicó un proceso largo: la producción tuvo que gestionar permisos individuales para cada tema que se quisiera incluir, y en algunos casos, simplemente no fue posible. También hubo que firmar acuerdos con los actores para grabar nuevas versiones de esas canciones, algo que en la mayoría de los casos se resuelve con un pago único.

Aunque no se ha revelado el repertorio completo que aparecerá en pantalla, en el musical destacan temas como “Cuando baja la marea” (de J. R. Florez), “Él me mintió” (Amanda Miguel, Diego Verdaguer y Graciela Carballo), “Mentiras” (Alejandro Jaén) o “Pobre secretaria” (Miguel Bosé y Diffelisatti).

Al tratarse de una adaptación audiovisual, los contratos con todo el equipo creativo (guionistas, músicos, elenco) tuvieron que registrarse ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor (Indautor).

A su vez, la ley obliga a Amazon Prime a pagar regalías cada vez que la serie se reproduzca en su plataforma, a través de sociedades como SACM o ANDI, en beneficio de autores e intérpretes, quienes no pueden renunciar a ese derecho.

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