La Organización Mundial de Meteorología (OMM) aseguró que el fenómeno de El Niño, el cual tuvo devastadores efectos en el mundo durante el 2015 y parte del 2016, está perdiendo fuerza conforme pasan los días, por lo es improbable que se recupere o reactive antes de que termine el año.
De la misma manera, la OMM recordó que El Niño es un fenómeno natural que resulta de la interacción del océano y la atmósfera en las regiones oriental y central del Pacífico ecuatorial. Esta conexión genera una corriente de agua cálida, lo que a su vez genera una subida de la temperatura del mar en la costa. Asimismo, se provocan efectos meteorológicos extremos.
Cabe mencionar que entre octubre de 2015 y febrero de 2016, las temperaturas de las regiones central y oriental del Pacífico tropical superaron la media en más de dos grados celsius, comparable con los episodios más graves en la historia, que corresponden a los años 1982, 1983, 1997 y 1998.
A través de un comunicado, la OMM indicó que El Niño ha contribuido a que se provoque una gran sequía en algunas regiones de América Central, Somalia y Etiopía, este último país con una de las peores crisis de agua en los últimos 30 años y que pone en riesgo la vida de más de ocho millones de personas.
Acorde con expertos de la OMM, las temperaturas de la superficie del Pacífico Central y Oriental se moderarán entre los meses de mayo y agosto, sino que será a partir del próximo mes de julio cuando comience con el descenso de las temperaturas de la zona.