Los Tigres se ganaron el respeto del Bayern Munich, que se convirtió en el nuevo campeón del Mundial de Clubes. El conjunto bávaro le hizo el pasillo a los felinos mientras pasaban a recoger sus medallas de segundo lugar, después de caer 1-0 en la final.
Los jugadores del equipo alemán hicieron dos filas para aplaudirle a su rival que, como el propio Robert Lewandowski mencionó tras el encuentro, les resultó muy complicado al buscar atacar por las bandas.Los Tigres plantearon un partido defensivo para evitar que el Bayern Munich les hiciera daño, pero se olvidaron por completo del ataque. Sin embargo, resultaron ser un rival digno para el campeón de Europa que actualmente es considerado como el mejor equipo del mundo.
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