ESTADOS UNIDOS.- La Administración del presidente Donald Trump dio a conocer que trabaja con otras naciones para conformar una coalición internacional para remover del poder al presidente de Siria, Bashar al Assad, en respuesta al ataque con armas químicas contra civiles.
El secretario de Estado, Rex Tillerson, reafirmó igualmente la determinación de su gobierno de culpar a Al Assad por el ataque en la comunidad de Jan Sheijun, en la provincia siria de Idlib, que dejó al menos 86 personas muertas, incluidos alrededor de 30 niños.
“No hay dudas en nuestra mente y la información que tenemos respalda que el régimen sirio, bajo el liderazgo del presidente Bashar al Assad, son responsables por este ataque”, dijo aquí Tillerson durante una conferencia de prensa.
Contrario a lo que declaró semanas atrás, Tillerson dijo este día que el futuro de Al Assad al frente del gobierno sirio “es incierto y claramente, con los actos que ha tomado, parecería que no tendría ningún papel para él gobernar al pueblo sirio”.
Explicó que el proceso para que Al Assad deje el poder es algo que requiere de esfuerzos con la comunidad internacional, primero para asegurar la derrota del grupo terrorista Estado Islámico (EI) dentro de Siria, estabilizar esa nación y detener la guerra civil.
Sólo después de haberse logrado esos objetivos, explicó Tillerson, Estados Unidos trabajaría con sus aliados y socios a través del mundo para que, a través de un proceso político, Al Assad deje el poder.
Cuando fue cuestionado si tanto él como el presidente Donald Trump organizarían una coalición internacional para remover a Al Assad, Tillerson respondió que “esos pasos están en proceso”.
En lo que pareció ser igualmente un cambio en la postura de la administración Trump sobre el papel de Rusia en Siria, donde desde el año pasado brinda apoyo militar a Al Assad, Tillerson lanzó lo que pareció ser una advertencia.
“Es muy importante que el gobierno ruso considere de manera cuidadosa su continuo apoyo al régimen de Al Assad”, apuntó.
El funcionario viajará el próximo miércoles a Moscú para sostener un encuentro con su homólogo ruso Sergei Lavrov, con quien se anticipa discutirá no sólo el tema de Siria, sino también de Ucrania, Corea del Norte y la lucha contra el terrorismo.
En un comunicado, el Departamento de Estado caracterizó el viaje como parte de sus esfuerzos para mantener líneas directas de comunicación con altos funcionarios rusos “y asegurar que las opiniones de Estados Unidos sean claramente transmitidas”.
El viaje de Tillerson ocurrirá en un particular momento de tensión entre ambos países, a partir de las denuncias sobre la injerencia rusa en las pasadas elecciones, y que es objeto de dos investigaciones en el Congreso y una por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).
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