NUEVO LAREDO.- Desde pequeño tuvo el deseo de incursionar en el deporte, de ser una persona reconocida por sus talentos, y hoy a sus 16 años Irving Daniel Guerrero Sosa es cabo e instructor de la Penta Militar.
A sus 10 años Irving demostró ser un niño enérgico, fuerte y con el deseo de aprender técnicas que para cualquier otro serían difíciles pero para él eran solamente un pequeño escalón en su camino, por lo que su padre quien formó parte del Pentatlón Deportivo Militarizado le dio la oportunidad de probarse a sí mismo y quedó seleccionado dentro de esta organización.
Este joven tiene 16 años, es estudiante de preparatoria en el ICNL y desea iniciar la carrera de Ingeniería Civil.
Poco a poco la disciplina militarizada le dio a Irving el poder de destacar dentro de diferentes disciplinas como la natación, maratones de atletismo, pruebas de resistencia, salto de longitud, entre otras, mismas que no solo le enseñaron su capacidad de fortaleza sino que también desarrollo mayor habilidad mental además de obediencia tanto a sus oficiales como a su entorno familiar.
“Desde que entré he participado en diferentes competencias, tres de ellas nacionales donde obtuve el segundo lugar, además de que la disciplina que aquí se utiliza cambia la vida por completo, desde el momento en que le hablas a tu papá de usted y no tú”, dijo Irving.
Destacó que el formar parte del Pentatlón ayuda a los jóvenes a mejorar en muchos aspectos de su vida, en lo social, familiar, personal, académico y hasta en los cambios físicos.
“Es para fomentar a los jóvenes que se vayan por un buen camino, a mí me ha servido mucho, mi fisionomía ha cambiado, antes estaba un poco gordito y el deporte me ha hecho cambiar. Yo invito a los jóvenes a que se unan al Pentatlón y sean una juventud diferente”, agregó.
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