La Eurocopa arrancó este viernes en París con la victoria 2-1 de la anfitriona contra Rumanía en el Estadio de Francia, donde miles de aficionados olvidaron durante 90 minutos las huelgas y las fuertes medidas de seguridad.
La fiesta, sobre todo para los aficionados franceses, había empezado poco antes durante la ceremonia inaugural, en la que sobre un jardín “a la francesa” recreado en el campo, el famoso DJ francés David Guetta empezó a animar a los hinchas.
Tras la actuación de Guetta, las gradas llenas del Estadio de Francia (80 mil espectadores) se convirtieron en un gigantesco mosaico, con las banderas de los equipos participantes y una Torre Eiffel de grandes dimensiones.
La Eurocopa “será una fiesta del fútbol, pero también una fiesta de la idea de Europa, que va mucho más allá de las fronteras”, aseguró poco antes del partido el presidente francés, François Hollande.
En el minuto 89, y cuando el partido parecía encaminado al empate tras el gol del francés Olivier Girud (57) y el penal transformado por el rumano Bogdan Stancu (65), Dimitri Payet, el hombre más en forma del combinado Bleu, sacó un zurdazo que se coló por la escuadra para dar los tres primeros puntos a los anfitriones.
Todo un país, que vive los últimos días con un grave conflicto político-social y preocupado por la amenaza de atentados terroristas, esperaba que el balón echase a rodar para poder pensar en otra cosa, sobre todo en la victoria de los Bleus.