GUADALAJARA, Jal.- Hay cuentas pendientes. La pasión de un Clásico da para eso. La bronca no se olvida. El último duelo Chivas-América terminó entre empujones. La razón: burlas por parte de Carlos Darwin Quintero. La gresca se extendió hasta el pasillo que conduce a los vestidores. Ahora, se verán de nuevo las caras, en la Liguilla por el título.

Guadalajara desea revancha. El pasado 13 de marzo perdió como local. Se jugaba la jornada 10. Pero a partir de esa derrota por 2-1 ante las Águilas, el Rebaño Sagrado repuntó hasta alcanzar el quinto puesto de la calificación. Pero lo ocurrido no se olvida. Isaac Brizuela denuncia a Quintero: asegura que le gusta burlarse y no aguanta.

“Es lo que pasa en el terreno de juego, un poco la calentura. Sabemos la rivalidad que se juega y uno cuando pierde, termina caliente y cualquier actitud del rival te prende muy rápido. Ellos decían que cuando fuimos al Azteca (el torneo pasado) les molestó la actitud de ‘Toño’ (Rodríguez, entonces arquero titular), que según ellos se había burlado de la afición y lo hicieron en plan de venganza, pero es la calentura normal del futbol”, recuerda el “Conejito”.

Al detallar lo ocurrido durante el último Clásico Nacional, el atacante rojiblanco trae a la mente lo hecho por Carlos Darwin, que dio origen al conato de bronca. “En ese partido hubo muchas jugadas que Quintero sí se molestaba o se quejaba con el árbitro. Se habla de que se le critica mucho (víctima de racismo), pero le gusta provocar a los rivales; entonces, debe ser parejo y si te vas a burlar, también hay que aprender a, cuando te toque, guardártela”, sentencia.