ESTADO DE MÉXICO.- Personal médico del Hospital Materno Infantil “Guadalupe Victoria” fue acusado de diagnosticar de forma errónea el deceso de una recién nacida, a quien enviaron a un aparato de refrigeración pese a que aún estaba viva.
Aunque la bebé fue sacada con vida del aparato, falleció la tarde del miércoles y ahora, además del dolor, sus padres cuentan con dos actas de defunción, por lo que exigen una investigación ante lo que consideran una negligencia médica.
El 28 de marzo, Maritza —quien tenía 25 semanas de gestación— ingresó al nosocomio, ubicado en Ciudad Cuauhtémoc, ante un riesgo de aborto. Los médicos la trataron y el 30 de marzo a las 15:15 horas dio a luz.
Al recibir la mala noticia, Sergio acudió a una funeraria, cuyos trabajadores ingresaron ese día por el cuerpo; el personal del hospital les señaló un aparato de refrigeración, donde lo mantenían. Sin embargo, al tomar a la bebé, los empleados de la funeraria se dieron cuenta que aún estaba viva, por lo que alertaron a los médicos, quienes la colocaron en una incubadora.
Por este “primer deceso” fue expedida un acta que en la hora de defunción indicaba las 15:15 horas, es decir, la hora del parto, dato que el padre cree anotaron los médicos para deslindarse de toda responsabilidad. La menor aún presentó signos vitales el martes, pero la tarde del 1 de abril murió intempestivamente, en medio de las exigencias de los médicos para que se les devolviera la primera acta de defunción. Ante los reclamos, los trabajadores del hospital del Instituto de Salud mexiquense (ISEM) se deslindaron, es por eso que los deudos decidieron presentar la denuncia.
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