MADRID.- Una vez más, la comunidad internacional está nerviosa por la seguridad de la planta de energía nuclear de Zaporizhia en el centro-sur de Ucrania, que actualmente está ocupada por los rusos, pero también está siendo atacada por el ejército ucraniano. Naciones Unidas advirtió que cualquier ataque a las centrales nucleares sería un “acto suicida”.
El pasado viernes se produjeron varios atentados contra la central nuclear, la mayor central nuclear de este tipo en Europa. Moscú y Kiev se acusan mutuamente de poner en peligro la seguridad de las instalaciones. Una vez más, volvió a Ucrania el miedo a una catástrofe nuclear, como sucedió en los primeros días de la invasión rusa, cuando ocuparon la central.
En su mensaje de video diario, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, criticó a Rusia y señaló que “los ocupantes han creado otra situación muy peligrosa para toda Europa”.
Hoy en Japón, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que cualquier ataque a una planta de energía nuclear es una “misión suicida”.
El Secretario General expresó su total apoyo a la Agencia Internacional de Energía Atómica en sus esfuerzos por instalar la Planta de Energía de Zaporizhia y llegar a este sitio para realizar sus tareas.
Guterres dice que después de décadas de esfuerzos para desnuclearizar el mundo, el mundo está “dando un paso atrás” y reporta la existencia de 13.000 bombas nucleares, así como una inversión masiva para modernizar el arsenal nuclear.
“Entonces es hora de decir: Alto”. Mientras los ucranianos acusaban a Rusia de “chantajear” la amenaza contra la central nuclear, los rusos exigían presionar a Kyiv para que detuviera los ataques a Zaporizhia.
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