La amenaza de un diluvio de “fuego y de ira” proferida hoy por Donald Trump contra Corea del Norte si sigue con sus desafíos, marca una escalada entre Pyongyang y Washington, pero las opciones del presidente estadounidense son limitadas: una eventual acción militar podría provocar una respuesta violenta del régimen norcoreano.
ATAQUE PREVENTIVO
La administración Trump podría decidir con sus aliados no esperar a que Pyongyang ataque en primer lugar y lanzar un ataque preventivo contra Corea del Norte y sus instalaciones militares.
Pero incluso un ataque limitado podría provocar una respuesta desproporcionada de Kim Jong-Un, que gobierna Corea del Norte con mano de hierro, y que ha venido siguiendo sin descanso y con éxito el programa nuclear y de misiles desarrollado por su padre Kim Jong-Il.
Según la inteligencia estadounidense, Corea del Norte ha conseguido miniaturizar su bomba atómica para que quepa en uno de sus misiles balísticos intercontinentales, recientemente probados con éxito.
El talón de Aquiles es la geografía: Seúl, capital surcoreana y gigantesca metrópolis poblada por 10 millones de habitantes, está solamente a 55 kilómetros de la frontera, al alcance de la artillería norcoreana.
Los daños y pérdidas en vidas humanas podrían ser considerables y la situación podría incluso degenerar rápidamente y tener consecuencias geopolíticas -la cercana China sigue siendo aliada de Pyongyang- y económicas difícilmente previsibles.
¿DÓNDE ATACAR? Estados Unidos tiene los medios militares para atacar los lugares de producción nuclear y de almacenamiento de armamento, con bombas capaces de penetrar en las instalaciones, incluidas las que están enterradas en profundidad y protegidas por espesas capas de cemento armado.
Los bombarderos furtivos B-2, difícilmente detectables por radar y capaces de transportar las bombas más sofisticadas del arsenal estadounidense, pueden operar desde la isla de Guam, en el Pacífico.
Además, los misiles de crucero convencionales podrían servir también para disminuir la potencia de fuego de los norcoreanos, destruyendo su artillería o sus lanzaderas, si bien la tarea no es tan fácil ni siquiera para fuerzas dotadas de equipos ultra-sofisticados. El riesgo sigue siendo que los norcoreanos consigan preservar una potencia de fuego suficiente como para infligir daños considerables.
También hay que considerar escenarios de respuesta más improbables, como que Pyongyang pudiera colocar una bomba nuclear en una pequeña embarcación de pesca difícilmente detectable, para hacerla explotar en uno de los grandes puertos del sur.
¿LA ESTRATÉGICA ISLA DE GUAM ESTÁ AMENAZADA?
Situada en el océano Pacífico oeste, a unos 3 mil 500 km de Corea del Norte, la isla de Guam -principal del archipiélago de las Marianas- es un puesto avanzado estratégico para las fuerzas estadounidenses, que tienen unos 6 mil soldados desplegados en una base aérea y una base naval.
Pyongyang amenazó este miércoles con bombardear Guam con misiles, tras la promesa del diluvio de “fuego y de ira” proferida por Trump. El régimen norcoreano podría tener la capacidad de hacerlo con sus misiles de alcance intermedio, cuya técnica parece que controlan mejor que la de los misiles balísticos internacionales que probaron recientemente.
No obstante, estos misiles aún no han probado su capacidad destructora y Guam esta equipado con un sistema anti-misiles THAAD (Terminal High Altitude Area Defense), también desplegado en Corea del Sur.
¿”MUCHO MÁS PODEROSO QUE NUNCA”?
Las declaraciones de Donald Trump el martes y el miércoles han abierto claramente el debate del uso del arma nuclear contra Corea del Norte.
En Twitter, el presidente se jactó este miércoles de disponer de un arsenal nuclear “más poderoso que nunca”, esperando no tener que utilizarlo, si bien el arsenal nuclear estadounidense era mucho más importante durante la Guerra Fría.
Mantente informado las 24 horas, los 7 días de la semana. Da click en el enlace y descarga nuestra App!